Por
> Caio Quero y Felipe Souza
El
cielo se oscureció y la lluvia torrencial obligó al helicóptero a volar sobre
un bosque en el estado Acre, en Brasil.
El
temporal tardó en pasar y la tripulación decidió regresar al punto de partida
antes de que cayera la noche.
La
lluvia frustró el viaje, pero dejó un raro e histórico registro de una
tribu indígena aislada, cerca de la frontera con Perú.
"Es
como encontrar una aguja en un pajar. Pura suerte", dijo sorprendido el
fotógrafo Ricardo Stuckert.
BBC
Brasil tuvo acceso a una parte de las imágenes que Stuckert tomó el domingo
pasado.
Stuckert
viajó al pueblo Caxinauá, también en Acre, para hacer una sesión de fotos
para el libro "Indígenas brasileños".
El
proyecto documenta la rutina diaria de 12 tribus brasileñas y será publicado el
19 de abril 2017, Día del Indígena en el país.
Cuenta
con la colaboración de un experimentado conocedor de los bosques, José
Carlos Meirelles, que trabajó para la Fundación Nacional del Indígena (Funai)
durante 40 años, por lo que ambos decidieron investigar un área boscosa con más
calma.
"Después
de la lluvia, fuimos y vimos algunas chozas de paja. Estábamos volando muy
rápido, pero vimos plantaciones y decidimos volver. Encontramos a la tribu y
empezamos a fotografiar", dice Stuckert.
Al
identificarnos como una posible amenaza, los indios respondieron.
Las
miradas de sorpresa y enojo por el helicóptero fueron registradas por gran
lente de Stuckert.
La
tribu disparó docenas de flechas en un intento de protegerse de la
aeronave, que voló sobre ellos durante unos siete minutos.
El
propio Meirelles considera que el vuelo fue algo invasivo para la comunidad
aislada.
"Es
un registro importante, pero es una agresión. Por lo tanto, tenemos cuidado de
no volar más bajo para no asustarlos tanto. Por otro lado, el mundo tiene que
saber que existen y que necesitamos políticas para conservarlos", dijo
Meirelles, que ha trazado áreas de tribus aisladas durante los 20 años que
trabajó en la región.
Se
estima que la tribu, identificada sólo como "indígenas de
Maíta", vive cerca del río del mismo nombre y se compone de alrededor
de 300 personas. El número, dijo, es bastante grande para un pueblo
aislado.
Algodón
De
acuerdo con el experto, no hay ningún informe o documento que hable de una
aproximación de esa tribu a pueblos civilizados e incluso a otros grupos.
Después
del sobrevuelo y un primer análisis de las fotos de Stuckert, José Carlos
Meirelles identificó detalles que revelan algunas costumbres de los indígenas.
"Las
mujeres usan faldas y tienen plantaciones de algodón. Son signos de un
pueblo que teje. Algunos de ellos también tienen un cabello inusual: la mitad
de la cabeza calva y largo de la mitad para atrás", dijo.
Estos
indígenas son más altos a la media y los hombres atan su pene a una
especie de cinturón. El experto también encontró que la tribu planta maíz,
plátano, yuca y papa.
El
grupo fotografiado vive en un área de 630 hectáreas que son tres
reservas indígenas: Kampa Isolados de Envira, Alto Tarauacá y Riozinho do Alto
Envira.
A
pesar del aislamiento completo, la ubicación aproximada de la tribu era
conocida, dice el experto.
En
las fotos se apreciaban objetos no identificados o con características que
pueden haber sido influenciadas o llevadas a ellos por otros pueblos.
Uno
de los factores que consideran clave los expertos para la supervivencia aislada
de la tribu es el hecho de que esté ubicado en una zona de difícil
acceso para los madereros, mineros y caucheros.
Emocionante
Stuckert,
quien trabajó como fotógrafo de la Presidencia de Brasil durante ocho años y
tiene 28 años de experiencia en la profesión, dijo que el registro de los
indígenas es uno de "los más emocionantes" de su carrera.
"Me
gustaría volver allí, pero creo que no podemos tener contacto. Necesitamos
preservarlos y quiero que mis fotos sirvan para protegerlos para que no tengan
problemas externos" dijo.
El
fotógrafo dijo que estaba "sorprendido" al haber capturado por
primera vez en su carrera a una población aislada.
Meirelles
también muestra la felicidad de haber visto los indígenas aislados, pero dijo
que estaba preocupado por el posible avance de la deforestación y de la
extracción de caucho.
"Estaba
muy feliz de saber que están bien. Fue muy bueno ver que tienen cultivos y
están en su espacio. El problema es que nadie sabe hasta cuándo".
Fuente
> BBC Mundo – América Latina
Fotografías
> Ricardo Stuckert
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