Al principio, el mundo
era solamente agua, una vasta inmensidad de agua. Un día, empezaron a caer
rocas del cielo, éstas se fueron acumulando hasta crear la tierra. Entonces
aparecieron los hombres, pero eran unos hombres mal hechos, no podían andar ni
valerse por sí mismos. Un día apareció una mujer que decidió cuidarlos a todos
ellos y gracias a ésta nació la humanidad.
En el origen del
mundo, tan sólo había un hombre y una mujer, sin ningún animal. La Mujer pidió
a Kaila,
el dios del cielo, que poblara la Tierra. Kaila le ordenó hacer un agujero en
el hielo para pescar. Entonces, ella fue sacando del agujero, uno a uno, todos
los animales. El caribú fue el
último. Kaila le dijo que el caribú era su regalo, el más bonito que podría
hacerle, porque alimentaría a su pueblo. El caribú se multiplicó y los hijos de
los humanos pudieron cazarlos, comer su carne, tejer sus vestidos y
confeccionar sus tiendas. Sin embargo, los humanos siempre elegían los caribús
más bellos, los más grandes. Un día, sólo les quedaron los débiles y los
enfermos, por lo que los Inuits no quisieron más. La Mujer se quejó entonces a
Kaila. El la reenvió al hielo y ella pescó el lobo, enviado por Amarok, el espíritu del lobo, para que se comiera a los animales débiles y enfermos
con el fin de mantener a los caribús con buena salud.
Fuente: Wikipedia
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