Los Mbya Guaraní
Los llamados Mbya, aunque este etnónimo designa a “la gente” en
general, son los descendientes de aquellos indígenas que lograron permanecer al
margen del experimento colonial desarrollado por los jesuitas entre los siglos
XVI y XVIII. Este relativo aislamiento, protagonizado por pequeñas comunidades
refugiadas en sus entonces vastas selvas, no supuso la posibilidad de
mantenerse totalmente fuera del proceso colonial que llega hasta el presente,
pero sí la oportunidad de tomar distancia del mismo, conocerlo, rechazarlo y
construir una identificación social definida por la confrontación y el
contraste con el mundo de los karaí, de los Señores; de aquellos
extranjeros primero blancos y ahora de sus morenos descendientes mestizos, por
cuyas venas corre la sangre de antepasados comunes, pero con los cuales no se
identifican. Se considera que ahora son unos 11 000 los hablantes de este
guaraní “más puro” o antiguo (B. Meliá e I. Telesca, 1997:87).
Oo a'e Opy (Vivienda y Casa de Oración) . Foto: Os Guaraní Mbya |
Un mbya se define a sí mismo por ser un practicante de
la tekó catú, de la forma de vida o de la norma auténtica, de la tekó
porá, o vida buena y no contaminada por las influencias occidentales; no
debería comer grasas, harinas, alcohol, ni otros productos extranjeros y debe
mantener el culto a deidades que ya eran antiguas cuando los barcos hispanos
surcaron las aguas de sus ríos. Sólo el cumplimiento de estos principios
permitirán alcanzar la tekó aguyje, la vida perfecta o bienaventurada (L. Cádogan,
1992:172), que representa alcanzar el modelo sagrado al cual debe aspirar la
vida humana. Todo lo demás conduce a la tekó achy, a la vida innoble o
impura, que enseñaron los karaí (“señores extranjeros”) y que practican
sus descendientes.
La cosmología Mbya mantiene su independencia del cristianismo,
aunque su complejo politeísmo, que en realidad implica una experiencia múltiple
de lo sagrado, se pueda ver interferido por la presencia de la totalitaria
deidad única en la que creen los karaí.
Ser Mbya supone mantener la esperanza en una vida mejor en
esta tierra, la expectativa mesiánica de que las señales que reciba alguno de
sus chamanes-profetas los oriente a proseguir la búsqueda de la Yvy Marãe’y, de la Tierra Sin
Males, que ha nutrido su dinámica migratoria histórica y contemporánea. Ésta
ansiosa búsqueda de un mejor ámbito donde desarrollar la tekó porá, la
vida buena, es la que ha determinado la actual presencia de grupos de familias
extensas migratorias mbya en Argentina, Brasil y hasta en el Uruguay, cuyo
estado había exterminado a la población indígena, y que ahora se encuentra con
un pequeño pero vital grupo nativo que alimenta su pluralidad cultural.
Vera Chunu, Lider Espiritual Mbya Guaraní en Tekoa Kaaguy Porã (Andresito-Misiones) |
Para los Mbya, tal como lo propone su extenso poema
cosmogónico, el Ayvu Rapytá, o Fundamento de la Palabra (L. Cadogan ;1959,
1992), las sagradas palabras del pasado, la ayvu o “palabra-alma”,
organizan las normas del presente y proponen los caminos del futuro para todos
aquellos que aspiran a mantener y desarrollar la condición humana inaugurada
por sus deidades. Es por ello que quienes se apartan de este código normativo
ven a su misma naturaleza humana comprometida y amenazada por la disolución.
Miguel Alberto Bartolomé
“Flechadores de jornales. Identidad guaraní en el Paraguay
Contemporáneo”.
Referencia electrónica:
Miguel Alberto Bartolomé,
« Flechadores de jornales. Identidad guaraní en el Paraguay contemporáneo », Amérique Latine Histoire et Mémoire.
Les Cahiers ALHIM [En
línea], 10 | 2004, Publicado el 08 febrero 2005, consultado el 02
agosto 2014. URL : http://alhim.revues.org/120
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