En el
año 1.520 cuando el marino portugués Fernando de Magallanes, circunnavegó estas
tierras, divisó en ellas grandes columnas de fuego y humo, que era el sistema
de comunicación de las comunidades, y desde entonces se llamó Tierra del Fuego
a la antigua Karukinka. Estas columnas de fuego que los navegantes europeos divisaron era el sistema de comunicación que empleaban las comunidades.
A los fines de este libro es importante
resaltar que en Junio de 1.520 Magallanes, por medio de la “astucia”, mientras
les regalaba objetos de hierro, engrilló de pies y manos a dos “gigantes” en
Puerto San Julián, provincia de Santa Cruz. En vano intentó capturar a sus
mujeres perdiendo un hombre en el combate. Los dos secuestrados morirían en el
viaje a Europa.
Pigafetta, el cronista
de la expedición escribe: “Un día en que menos lo esperábamos se nos presentó
un hombre de estatura gigantesca. Estaba en la playa, casi desnudo, cantando y
danzando al mismo tiempo, y echándose arena sobre la cabeza. (...) Al vernos
manifestó mucha admiración, y levantando un dedo hacia lo alto, quería sin duda
significarnos que pensaba que habíamos descendido del cielo. Este hombre era
tan alto que con la cabeza apenas le llegábamos a la cintura”... El vívido
relato del cronista italiano dio inicio a la leyenda del gigantismo de los
tehuelches, un error antropométrico que persistiría más de dos siglos.
Más adelante
refiriéndose al encuentro con otro nativo dice: “Pasó algunos días en nuestra
compañía, habiéndole enseñado a pronunciar el nombre de Jesús, lo oración
dominical etc., lo cual logró ejecutar tan bien como nosotros, aunque con voz
muy recia. Al fin le bautizamos dándole el nombre de Juan”... Este fue el
primer acto evangelizador de la historia argentina.
Magallanes capturó a dos tehuelches para llevarlos a España como obsequio al Rey, y durante una expedición en la que se procuraba capturar también mujeres nativas, un tripulante fue alcanzado por un flechazo y días después falleció. Este constituye el primer derramamiento de sangre en la larga serie de enfrentamientos entre conquistadores y aborígenes de nuestro país.
Magallanes capturó a dos tehuelches para llevarlos a España como obsequio al Rey, y durante una expedición en la que se procuraba capturar también mujeres nativas, un tripulante fue alcanzado por un flechazo y días después falleció. Este constituye el primer derramamiento de sangre en la larga serie de enfrentamientos entre conquistadores y aborígenes de nuestro país.
El Almirante los bautizó con el nombre de “patagones” y Pigafetta en el trazado del primer mapa del extremo sur de América incluyó el topónimo “Regione Patagonia”.
Respecto del origen del término “patagones”, existe una interesante controversia etimológica, ya que mientras la versión más difundida atribuye la inspiración del nombre al enorme tamaño de las pisadas, existe otra posible influencia que debe rastrearse siete años antes de la partida de la expedición, en 1512, cuando fue publicada una novela de caballería, llamada “Las aventuras del caballero de Primaleón”. En este relato, Primaleón navega hacia una lejana isla, en cuyo interior habita un monstruo llamado “Gran Patagón”. El caballero hiere al monstruo de una estocada y este tiñe el suelo con su sangre y “ruge con tanta intensidad que habría aterrado al más firme de los corazones”. Se advierte en este relato fantástico una gran concordancia con la primera impresión que tuvieron los europeos ante los tehuelches, a quienes consideraron seres gigantescos dotados de fuerza sobrehumana.
La estadía magallánica quedó aquí perpetuada en varios topónimos. Magallanes bautizó este sitio con el nombre de Puerto San Julián. El accidente geográfico que constituye la margen sudeste de la boca de la bahía, fue llamado Punta Desengaño, producto de la desilusión de Magallanes al constatar que lo que parecía la embocadura del paso interoceánico no era sino una estrecha bahía. La isla donde fueron sepultados los restos de Mendoza y Quesada fue llamada Isla de la Justicia. Y finalmente el cerro de 285 m. actualmente conocido como Monte Wood fue bautizado Montecristo, y en su cima fue clavada una cruz, como era de práctica en tanto reafirmación de la fe cristiana y seguidamente se tomó posesión de esta tierra en nombre del Rey de España (es el primer acto formal de soberanía española en suelo argentino).
Aquí tendría origen la leyenda negra de Patagonia, con su halo trágico, su naturaleza hostil, su proximidad al acabamiento del mundo y sus habitantes monstruosos y gigantescos. Era el nacimiento de un mito. Tras cinco meses de estadía la flota abandonó San Julián.
Fuentes: Colectivo GUIAS
Interpatagonia.com
El colectivo GUIAS (Grupo Universitario en Investigación en Antropología
Social) es una organización autoconvocada de la Facultad de Ciencias Naturales
y Museo de la Universidad Nacional de La Plata.
Misión
Nuestros objetivos fundantes son atender los reclamos realizados por los
Pueblos Originarios, de no exhibición y restitución a sus comunidades, de todos
los restos humanos que forman parte de “colecciones arqueológicas”, en especial
los 10.000 restos humanos que se encuentran en el Museo de La Plata. En pos de
estos objetivos, desde el año 2006, trabajamos en la identificación de estos
restos para su posterior restitución. Para terminar con su cosificación como
sujeto colonizado y sometido lo integramos en el contexto histórico,
identificándolo como sujeto social, definiendo el verdadero carácter de su
lucha de resistencia, y entendiendo ésta como un conflicto entre iguales.
Bien logrado el texto y fundamentado... pero, hay un error conceptual, no son aborígenes. Son pueblos originarios.
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