Los vikingos llegaron a explorar algunas áreas del Atlántico Norte, que
incluían la isla de Groenlandia y parte de la costa de América del
Norte, a partir del siglo X.
Aunque la colonia
vikinga en la isla helada de Groenlandia pudo haber durado casi 500
años, los asentamientos en la verdadera Norteamérica fueron pequeños y poco
duraderos por lo que en ningún caso se desarrollaron colonias en el territorio
continental americano.
La llegada de los
vikingos a América es habitualmente considerada como una afirmación
provocativa que cuestiona la tradicional atribución a Cristóbal Colón de ser el
primer europeo en llegar a tierras americanas. Actualmente se confirmaría que
han llegado hasta la isla de Terranova con los descubrimientos de L'Anse aux
Meadows, mas no que hayan pisado el continente americano. El asentamiento
vikingo de pequeña escala L'Anse aux Meadows en la isla de Terranova, declarado
Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, es el único vestigio real que los
nórdicos habrían dejado en territorio norteamericano.
El objetivo de los
vikingos al llegar a América fue sobre todo el dominio de las rutas
de navegación y el cobro de derechos para la venta en Europa de animales y
otros bienes.
Las sagas nórdicas,
dos textos vikingos del siglo XIII, son la primera fuente escrita europea en la
que se hace referencia a América. Allí se mencionan cuatro regiones
americanas a los que los vikingos ponen nombre: Groenland (Tierra Verde),
Helluland (Tierra de Arroyos), Markland (Tierra de Bosques) y Vinland (Tierra
de Viñedos).
Las sagas nórdicas o
islandesas
Los viajes, descubrimientos
y asentamientos vikingos en América fueron escritos por primera vez
en dos sagas: la Saga de los groenlandeses escrita en el año 1200, y la Saga de
Erik el Rojo, escrita en el año 1260.
Según cuentan las sagas
islandesas, los vikingos de Islandia llegaron por primera vez a América por Groenlandia en
el año 982. En aquel momento, la colonia consistía en dos asentamientos, con
una población total de entre 3.000 y 5.000 habitantes, y al menos 400 granjas
que pueden datar de esa época han sido identificadas en el sitio por los
arqueólogos.
En su cúspide, la
colonia vikinga en Groenlandia tuvo una diócesis en Gardar y
exportaba marfil, cuerdas y productos agropecuarios. En 1261, la población
aceptó el gobierno del rey de Noruega, aunque continuó aplicando sus leyes
locales. En 1380 este reino se unió al de Dinamarca.
La colonia empezó a declinar
en el siglo XIV y los asentamientos empezaron a ser abandonados hacia 1350. En
1378 ya no existía la diócesis de Gardar, y el último registro escrito de la
colonia es un matrimonio ocurrido en 1408. Lo más probable es que en el siglo
XV ya no existieran asentamientos vikingos en América, si bien no existe
una fecha plenamente establecida. Los estudios con radiocarbono ubican los
últimos rastros de asentamientos hacia 1430, con una variación de 15 años. Se
han propuesto varias teorías que podrían explicar las razones de la decadencia
y desaparición de estos asentamientos. La Pequeña Edad del Hielo que ocurrió
durante esta época pudo haber endurecido las condiciones de vida de las
poblaciones locales y dificultar el transporte entre América y
Europa. Adicionalmente, el marfil de Groenlandia pudo ser sustituido
en el mercado europeo por el más económico marfil procedente de África.
A pesar de la pérdida de contacto con los asentamientos de Groenlandia, el gobierno danés continuó considerando Groenlandia como una posesión, y la existencia de la isla nunca fue olvidada por los geógrafos europeos. Los balleneros europeos realizaron paradas ocasionales en la isla durante el siglo XVII y en 1721, se realizó una expedición mercantil y misionera liderada por Hans Egede hacia Groenlandia, bajo los argumentos que, de haber todavía habitantes vikingos en Groenlandia, estos continuarían siendo católicos y debían ser reformados, tal y como lo habían sido los cristianos del norte de Europa. Esta expedición no encontró poblaciones de origen europeo que hubieran sobrevivido, pero inició la Colonización danesa en América, con una colonia estable en la isla que afirmó las pretensiones de soberanía de Dinamarca sobre la isla.
A pesar de la pérdida de contacto con los asentamientos de Groenlandia, el gobierno danés continuó considerando Groenlandia como una posesión, y la existencia de la isla nunca fue olvidada por los geógrafos europeos. Los balleneros europeos realizaron paradas ocasionales en la isla durante el siglo XVII y en 1721, se realizó una expedición mercantil y misionera liderada por Hans Egede hacia Groenlandia, bajo los argumentos que, de haber todavía habitantes vikingos en Groenlandia, estos continuarían siendo católicos y debían ser reformados, tal y como lo habían sido los cristianos del norte de Europa. Esta expedición no encontró poblaciones de origen europeo que hubieran sobrevivido, pero inició la Colonización danesa en América, con una colonia estable en la isla que afirmó las pretensiones de soberanía de Dinamarca sobre la isla.
Vinland
Según cuentan las sagas islandesas (La "Saga de Erik el Rojo" y la "Saga de los groenlandeses" — capítulos del Hauksbók del Libro de Flatey), los vikingos iniciaron la exploración al oeste de Groenlandia a los pocos años de establecerse los asentamientos en la isla. Bjarni Herjólfsson, un mercader que navegaba entre Islandia y Groenlandia, perdió el rumbo, llegando a un territorio mucho más al oeste. Herjólfsson describió el territorio a Leif Eriksson, quien exploró el área con mayor detalle y fundó un pequeño asentamiento, llamado Leifbundir.
Según cuentan las sagas islandesas (La "Saga de Erik el Rojo" y la "Saga de los groenlandeses" — capítulos del Hauksbók del Libro de Flatey), los vikingos iniciaron la exploración al oeste de Groenlandia a los pocos años de establecerse los asentamientos en la isla. Bjarni Herjólfsson, un mercader que navegaba entre Islandia y Groenlandia, perdió el rumbo, llegando a un territorio mucho más al oeste. Herjólfsson describió el territorio a Leif Eriksson, quien exploró el área con mayor detalle y fundó un pequeño asentamiento, llamado Leifbundir.
Según estas leyendas
tres áreas separadas fueron descubiertas durante esta exploración: Helluland,
que significa "Tierra de la piedras planas"; Markland, territorio
cubierto por bosques (algo que interesaba a los colonos de Groenlandia,
región escasa de árboles); y Vinland, que estaba algo más al sur de Markland.
Fue en Vinland donde se estableció el asentamiento descrito en las sagas.
Los asentamientos de
Leif no prosperaron y los pobladores se peleaban debido a la escasa población
femenina que participó en la expedición; también se cuenta que tuvieron
conflictos con la población local aborigen (que los vikingos llamaban
Skraelings), que posiblemente fueran algonquinos. El asentamiento fue abandonado
tras pocos años.
Los vikingos de Groenlandia recordaron
la existencia de tierra al oeste, y continuaron abasteciéndose de madera desde
Markland. El último viaje debió ocurrir hacia el siglo XIV.
Durante muchos años,
se dudó de la autenticidad de las sagas, hasta que en 1837, el arqueólogo danés
Carl Christian Rafn describió los indicios de asentamientos vikingos en América del
Norte. En la década de 1960 se comprobó la base histórica de las sagas al
excavarse un asentamiento vikingo en Leifbundir (L'Anse aux Meadows) en
Terranova. Sin embargo, la ubicación exacta de las tierras descritas en las
sagas todavía no está clara. Muchos historiadores identifican a Helluland con
la isla de Baffin y a Markland con las costas del Labrador. La ubicación de
Vinland es mucho menos clara. Algunos piensan que los asentamientos de L'Anse
aux Meadows son el asentamiento de Vinland descrito en las sagas; otros,
basados en descripciones en las sagas, consideran que Vinland debía ser un
territorio mucho más cálido que Newfoundland, y la ubican más al sur. Todavía
quedan incógnitas sobre la colonización vikinga en América que sólo
serán resultas definitivamente de encontrarse nuevas evidencias arqueológicas.
Suposiciones
Algunos estudiosos creen que los petroglifos de América del Sur son símbolos de escritura al estilo de la runas (por ejemplo en Nazca en Perú, Brasil, Paraguay y Córdoba (Argentina) que muestran que los vikingos tuvieron contacto con las poblaciones locales. También se ha considerado que otras runas encontradas en América del Norte (por ejemplo las runas de Kensington, la Torre de Newport y los runas de Oklahoma) fueron hechas por poblaciones descendientes de los vikingos. Los runólogos de Escandinavia y otros países generalmente no aceptan esta hipótesis como prueba de la colonización de Escandinavia en América, sino que son más bien una prueba de la calidad y diversidad del arte prehistórico de América. Existe un mapa vikingo de América del Norte, conocido como el mapa de Vinland, cuya edad es tema de debate. Se considera que fue elaborado a partir de las exploraciones y muestra posiblemente partes de la costa de Groenlandia que han estado cubiertas de hielo durante los últimos 700 años.
Fuente>Taringa
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