"La cuestión fundamental que debes recordar es que la vida es
dialéctica.
Existe gracias a la dualidad, es un movimiento entre opuestos.
No puedes ser feliz para siempre, de lo contrario, la felicidad dejaría
de tener sentido.
No puedes estar en armonía para siempre, de lo contrario, no serías
consciente de la armonía.
A la armonía le tiene que suceder la discordia una y otra vez, y a la
felicidad le tiene que suceder la infelicidad.
Cada placer tiene su dolor, y cada dolor tiene su placer.
A menos que entendamos la dualidad de la existencia, seguiremos viviendo
en una infelicidad innecesaria.
Acepta la totalidad, con sus agonías y éxtasis.
No anheles lo imposible; no desees que sólo haya éxtasis y no haya
agonía.
El éxtasis no puede existir solo, necesita su contrario.
Cuando la agonía se convierte en una pizarra, el éxtasis destaca por su
claridad, del mismo modo que en la oscuridad de la noche son tan brillantes las
estrellas.
Cuanto más oscura es la noche, más brillan las estrellas.
Durante el día no desaparecen, simplemente son invisibles; no las puedes
ver porque no hay contraste.
La persona que es capaz de permanecer inalterable, en silencio,
aceptando el dolor, la frustración y el sufrimiento, transforma la cualidad
misma del sufrimiento.
Para esta persona el sufrimiento también se vuelve un tesoro; incluso el
dolor le da claridad.
Para él, incluso la oscuridad tiene belleza, profundidad, es infinita.
Para él, la muerte no es el final sino el principio de algo
desconocido."
Osho
Compartido por Amalia Ameli Vargas
Fotografia Kike San Martin
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