Un espacio destinado a fomentar la investigación, la valoración, el conocimiento y la difusión de la cultura e historia de la milenaria Nación Guaraní y de los Pueblos Originarios.

Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.

lunes, 15 de enero de 2018

Dualidad


"La cuestión fundamental que debes recordar es que la vida es dialéctica.
Existe gracias a la dualidad, es un movimiento entre opuestos.
No puedes ser feliz para siempre, de lo contrario, la felicidad dejaría de tener sentido.
No puedes estar en armonía para siempre, de lo contrario, no serías consciente de la armonía.
A la armonía le tiene que suceder la discordia una y otra vez, y a la felicidad le tiene que suceder la infelicidad.
Cada placer tiene su dolor, y cada dolor tiene su placer.
A menos que entendamos la dualidad de la existencia, seguiremos viviendo en una infelicidad innecesaria.
Acepta la totalidad, con sus agonías y éxtasis.
No anheles lo imposible; no desees que sólo haya éxtasis y no haya agonía.
El éxtasis no puede existir solo, necesita su contrario.
Cuando la agonía se convierte en una pizarra, el éxtasis destaca por su claridad, del mismo modo que en la oscuridad de la noche son tan brillantes las estrellas.
Cuanto más oscura es la noche, más brillan las estrellas.
Durante el día no desaparecen, simplemente son invisibles; no las puedes ver porque no hay contraste.
La persona que es capaz de permanecer inalterable, en silencio, aceptando el dolor, la frustración y el sufrimiento, transforma la cualidad misma del sufrimiento.
Para esta persona el sufrimiento también se vuelve un tesoro; incluso el dolor le da claridad.
Para él, incluso la oscuridad tiene belleza, profundidad, es infinita.
Para él, la muerte no es el final sino el principio de algo desconocido."
Osho



Compartido por Amalia Ameli Vargas

Fotografia Kike San Martin

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