Prestarnos más atención a nosotros mismos.
Compartir más tiempo con las personas que amamos.
Demostrar lo positivo que sentimos a nuestros afectos.
Ayudar a quienes se encuentren a nuestro alcance.
Distanciarnos de las personas negativas, física o emocionalmente.
Organizar nuestros espacios.
Donar lo que no necesitemos.
Compartir lo que tenemos.
Pensar en los demás.
Aprender a decir no de manera oportuna.
Asumir la vida con optimismo y esperanza.
Evitar enojarnos por mucho tiempo.
Perdonar a quienes sentimos que nos han ofendido, lastimado o traicionado.
Tomar decisiones sin miedo.
Arriesgarnos a ir por nuestros sueños.
Leer al menos un libro que nos parezca interesante.
Hacer algo positivo por nuestra salud.
Cuidar nuestro cuerpo, como templo de lo que somos.
Hacer más amigos.
Preocuparnos menos, aprender a soltar y a confiar.
Ser más humildes y reconocer a cada uno de los maestros que nos acompañan en este tránsito.
Evitar los juicios y tratar de ser más empáticos.
Dar mayor importancia a lo que queremos que al qué dirán los demás.
No dedicarle tiempo a lo que no nos guste.
No hacer nada que ponga en riesgo nuestra dignidad.
Tener un hobbie y dedicarle tiempo.
Ser más pacientes cuando sea necesario.
Dar lo que deseamos recibir.
Atender nuestras responsabilidades sin que resulte una pena.
Hacer las cosas con amor.
Rodearse de personas positivas.
Celebrar nuestros logros, desde los más pequeños, hasta los más grandes.
Respetarnos y no permitir que nadie nos menosprecie, nos humille o nos haga sentir menos.
No engancharnos a lo que nos duele, nos limita o nos atrasa.
Pensar positivo, practicar a diario ver lo positivo de cada situación.
Ser honestos con los demás y especialmente con nosotros mismos.
Soltar la ansiedad por el futuro.
Alegrar a nuestro corazón apenas lo notemos con tristeza.
Defender las causas justas.
Esperar menos de los demás.
Soltar apegos.
No limitarnos a existir… sino ¡VIVIR!
Compartir más tiempo con las personas que amamos.
Demostrar lo positivo que sentimos a nuestros afectos.
Ayudar a quienes se encuentren a nuestro alcance.
Distanciarnos de las personas negativas, física o emocionalmente.
Organizar nuestros espacios.
Donar lo que no necesitemos.
Compartir lo que tenemos.
Pensar en los demás.
Aprender a decir no de manera oportuna.
Asumir la vida con optimismo y esperanza.
Evitar enojarnos por mucho tiempo.
Perdonar a quienes sentimos que nos han ofendido, lastimado o traicionado.
Tomar decisiones sin miedo.
Arriesgarnos a ir por nuestros sueños.
Leer al menos un libro que nos parezca interesante.
Hacer algo positivo por nuestra salud.
Cuidar nuestro cuerpo, como templo de lo que somos.
Hacer más amigos.
Preocuparnos menos, aprender a soltar y a confiar.
Ser más humildes y reconocer a cada uno de los maestros que nos acompañan en este tránsito.
Evitar los juicios y tratar de ser más empáticos.
Dar mayor importancia a lo que queremos que al qué dirán los demás.
No dedicarle tiempo a lo que no nos guste.
No hacer nada que ponga en riesgo nuestra dignidad.
Tener un hobbie y dedicarle tiempo.
Ser más pacientes cuando sea necesario.
Dar lo que deseamos recibir.
Atender nuestras responsabilidades sin que resulte una pena.
Hacer las cosas con amor.
Rodearse de personas positivas.
Celebrar nuestros logros, desde los más pequeños, hasta los más grandes.
Respetarnos y no permitir que nadie nos menosprecie, nos humille o nos haga sentir menos.
No engancharnos a lo que nos duele, nos limita o nos atrasa.
Pensar positivo, practicar a diario ver lo positivo de cada situación.
Ser honestos con los demás y especialmente con nosotros mismos.
Soltar la ansiedad por el futuro.
Alegrar a nuestro corazón apenas lo notemos con tristeza.
Defender las causas justas.
Esperar menos de los demás.
Soltar apegos.
No limitarnos a existir… sino ¡VIVIR!
¿Qué les parecen?
¿Se alinean a lo que quieres en sus vidas? Ciertamente si logramos apegarnos a estas resoluciones, tendremos una mayor calidad de vida, estaremos más alineados con nuestros propósitos y nos resultará más sencillo apreciar los detalles que le dan vida a este milagro que transitamos a diario…
¿Se alinean a lo que quieres en sus vidas? Ciertamente si logramos apegarnos a estas resoluciones, tendremos una mayor calidad de vida, estaremos más alineados con nuestros propósitos y nos resultará más sencillo apreciar los detalles que le dan vida a este milagro que transitamos a diario…
Sí, son muchas, pero si por lo menos nos enfocamos en las que más
necesitamos, ya estaremos aportando algo para que el nuevo año y lo que nos
quede de vida, sea mejor que lo que hasta el momento hemos vivido.
Sara Espejo – Rincón del Tibet
Kaaguy Jachyporapy - Monte de Jasy Pora, expedicion escolar
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