Creía que era libre
pero sólo era una cuerda larga.
La Libertad nunca es cómoda,
es romper amarras
a mordiscos si es necesario,
taladrar la ilusión
y abrirse el pecho,
es la sangre hervida,
la piel erizada,
es vértigo,
es pánico,
es riesgo,
es el cielo abierto
de la vida plena.
Ada Lυz Márquez – Hermana Águila
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