Hoy en día una estatua homenajea en Roma el lugar donde Giordano Bruno fue quemado vivo hace más de cuatro siglos.
Por Evanildo da Silveira
São Paulo, BBC Brasil
Hace 418 años, un 17 de febrero del año
1600, tuvo lugar en Roma un acontecimiento dantesco.
Cientos de personas se reunieron en el
Campo de las Flores (Campo dei Fiori) en Roma para ver morir en la hoguera a
Giordano Bruno por orden de la Santa Inquisición.
Filippo Bruno, que a los 15 años
cambiaría su nombre de pila a Giordano, era un hombre religioso de la orden de
los dominicos que también escribía poesías y piezas de teatro, además de
dedicarse a la filosofía y la teología.
Nacido en 1548 en Nola, Nápoles, acabó
quemado en la hoguera por haber desafiado a la Iglesia e
ir en contra de las ideas vigentes en aquel entonces como, por ejemplo, negar
que la Tierra era el centro del universo.
La sentencia de muerte la impuso unos
días antes de la quema pública el papa Clemente VIII, que le dio a Bruno la
opción de renunciar a sus ideas y arrepentirse para salvarse.
Pero, según escritos de la época, Bruno
hizo más bien lo contrario.
Cuentan que mientras ardía en la
hoguera, todavía tuvo fuerzas voltear la cara para rechazar un crucifijo que
alguien le puso enfrente.
En el libro que escribieron David Eliot
y Arnold Brody titulado "Los siete mejores descubrimientos científicos de
la historia" ya se dice que los problemas de Bruno comenzaron en 1575,
cuando el dominico se atrevió a leer los textos prohibidos del filósofo
holandés Desiderius Erasmo de Róterdam.
Pero no solo eso contribuyó a su muerte
en la hoguera.
Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGESImage caption Erasmo de Rotterdam criticó
abiertamente la corrupción eclesiástica.
Siempre contestatario y con tendencias
heterodoxas, llamó la atención desde muy joven su manera de entender la
teología, algo que que causó un gran malestar entre la comunidad religiosa.
Vida polémica
Cuentan los historiadores que Giordano
nunca se sintió aceptado por los religiosos.
Su calvario comenzó a los tres años de
haber sido ordenado cura.
En su paso por varios conventos
dominicos, lo acusaron de hereje y acabó
por abandonar la Orden, motivo suficiente para ser excomulgado.
Se convirtió después al calvinismo, pero sus ideas críticas hicieron que fuera
encarcelado.
Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGESImage caption La Inquisición persiguió a
diversos intelectuales que iban en contra de las ideas que en aquel entonces
predicaba la Iglesia.
Giordano solo encontraría la paz durante
sus años en París, Londres y Oxford.
Fue allí donde creció su fama como autor
de obras de teología.
En esta época también se reforzaron sus
ideas científicas, con escritos sobre la teoría de Copérnico y
el Sistema Solar que también estuvo en la mira de la
Inquisición y que más tarde apoyaría el erudito italiano Galileo Galilei.
Adelantado a su tiempo
El profesor Rodolfo Langhi, del
Departamento de Física de la Universidad Estatal de Sao Paulo (UNESP) asegura
que Bruno no solo conocía y apoyaba la teoría de que el sol era el centro del
universo, sino que iba mucho más allá.
"Predicaba que el universo era infinito, que no tenía un único centro y
estaba lleno de mundos habitados como el nuestro", explica Langhi que
realiza investigaciones, proyectos y publicaciones en el área de astronomía.
Derechos
de autor de la imagenGETTY
IMAGESImage caption Bruno creía que había
"inumerables cuerpos como la Tierra y otros soles como nuestro Sol".
También decía que además de Saturno (el
planeta conocido más lejano a la Tierra en aquel entonces), había otros que
giraban alrededor del Sol.
El descubrimiento de Urano, en 1871, por
William Herschel; Neptuno, en 1846, por Johann Galle y Plutón en 1930, por
Percival Lowell demostraron que no se equivocaba.
El problema es que el controvertido
teólogo no basaba sus teorías en datos y demostraciones científicas, sino
en creencias religiosas y eso volvió a meterle en
problemas al cabo de los años.
Aquellos que le acusaban de hereje eran
cada vez más y en 1586 tuvo que huir de París después de escribir unos
artículos insultando a los funcionarios y miembros de la Iglesia y reafirmando
sus ideas.
Huyó a Alemania y quiso refugiarse en
el luteranismo, pero también allí lo expulsaron.
Traición
Sin un lugar a donde ir, Bruno decidió
volver a Italia después de 15 años.
Fue el peor error de
su vida.
El noble Giovanni Mocenigo, con la
excusa de que Bruno fuese su profesor, lo invitó a su casa pero acabó
entregándolo a la Inquisición veneciana.
Ante el tribunal, el teólogo dejó de
lado la arrogancia y la soberbia que lo habían
caracterizado todos estos años por primera vez, pero ya no le sirvió de nada.
Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGESImage caption La máxima condena de la
Inquisición era la quema pública en la hoguera.
A pesar de decir que sus predicaciones
eran filosofía y no religión, el Santo Oficio decidió que su único destino
sería la hoguera.
¿Científico o predicador?
La figura de Giordano Bruno es muy
discutida hoy en día.
A pesar de las ideas avanzadas que tenía
para la época, muchos investigadores modernos aseguran que no se le puede
considerar un científico en el sentido estricto de la palabra.
"Era un predicador", resume el astrónomo Augusto Damineli,
profesor titular del Instituto de Astronomía, Geofísica y Ciencias Atmosféricas
de la Universidad de Sao Paulo (USP).
El físico y astrónomo Othon Cabo Winter,
del Departamento de Matemática de la Facultad de Ingeniería de la UNESP piensa
igual.
"Estaba muy informado y tenía conocimientos
astronómicos muy avanzados para la época pero no hacía ciencia", dice.
"Bruno mezclaba los conocimientos con sus creencias y después hacía
especulaciones sin ninguna base científica".
Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGESImage caption
Miles de personas pasan hoy en día por el lugar donde Giordano Bruno murió quemado.
Miles de personas pasan hoy en día por el lugar donde Giordano Bruno murió quemado.
Pero también hay quienes piensan
diferente.
"Hoy en día creemos que científico
es solo aquel que observa y analiza con instrumentos aquello que ve pero antes
no era así. Muchos, incluido Newton, no eran más que astrólogos que
consideraban hasta teorías de las ciencias ocultas",
afirma el antropólogo portugués João Eduardo Pinto Basto Lupi.
Aunque con debate, la mayoría de
científicos hoy en día está de acuerdo en que Bruno fue un visionario que apoyó teorías que solo
serían comprobadas siglos más tarde.
Y su enfrentamiento con la Iglesia tenía
que ver sobre todo con una lucha política, de acuerdo con Damineli
"Era una lucha entre la Iglesia
conservadora (dueña del poder), y la burguesía revolucionaria (clase en
ascensión), esa fue la principal razón para la persecución de la Iglesia".
Fuente
BBC – 17 de Febrero de 2.018
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