Detrás de las graves
inundaciones del litoral argentino parecen resonar los mitos fundantes de las
cosmovisiones originarias ¿está el hombre escuchando esos mensajes? ¿o
seguiremos dañando a la Madre Tierra, nuestro hogar?
La Gran Inundación
Los distintos medios de
comunicación están informando desde hace unas semanas, que debido a las
intensas lluvias, los rios Iguazú y Paraná crecieron de tal manera que
provocaron graves inundaciones en las provincias de Misiones, Corrientes, Chaco
y Entre Ríos. En los últimos días el punto crítico se trasladó al río Paraguay
en Formosa y al Uruguay en la zona de Misiones. Al día de ayer se
contabilizaban además de las muertes irreparables, algo más de 30 mil personas
evacuadas, con la angustiosa destrucción de sus hogares y graves pérdidas en
todos los órdenes.
Más allá de las razones
estrictamente naturales como la presencia innegable de la Corriente del Niño,
muchos especialistas, ONGs y distintas voces que se alzan desde ámbitos
académicos y de investigación coinciden en que los desmontes, los desmedidos
cultivos de soja, la destrucción de humedales y la construcción irracional de
represas son también las causas de estas gigantescas inundaciones.
Sergio Alvez (revista
Superficie, Misiones) sostiene que ”detrás de estas inundaciones, está también
la influencia -indiscutible a esta altura- del modelo productivo. En las
nacientes del río en Brasil y también en Misiones se arrasó con el monte. Esto
tiene que ver “con el modelo de sojización que fue reemplazando la selva que
tenía un suelo apto para el escurrimiento y el drenaje del agua” explica. En Brasil
-agrega- “en los últimos años se ha incrementado notoriamente todo lo que tiene
que ver con los desmontes para las plantaciones de soja”. Destacó que algo
similar ocurre en Misiones “pero con otra finalidad” que es la “plantación de
pinos para abastecer a la industria pastera”, ya que en la provincia funcionan
dos plantas de procesamiento de celulosa. Pero no sólo el avance de la frontera
agrícola fue un factor determinante para explicar el porqué de estas
inundaciones, también “la cantidad de represas que hay sobre el Río Uruguay,
especialmente en Brasil, agrava la situación porque el agua acumulada de
repente se ve lanzada cuando abren las compuertas”, comentó.
“Si no se toma en serio el
proceso de cambio climático y si se continúa con la expansión de la frontera
agrícola, los escenarios catastróficos serán aún más incontenibles”, alertó
Jorge Daneri, de la ONG M’Biguá, agregando que “Entre Ríos apostó en los
últimos 20 años al modelo sojero y simplificador del uso de la tierra,
devastador de la diversidad biológica, en montes y ríos, con un claro impacto
hídrico”. Daneri también coincide en que los proyectos hidroeléctricos y la
falta de protección a los humedales que actúan como reguladores, coadyuvan a
desatar la furia de las aguas.
Federico Kopta, biólogo del
Foro Ambiental de Córdoba, cuestionó que se apele a la “alternativa más fácil
de echarle la culpa a las lluvias”, coincidiendo en los factores ya
mencionados, especialmente los desmontes y la implantación de cultivos.
Otro factor humano determinante
es la ocupación de lugares inundables: “si no existen obras de prevención, el
agua volverá a buscar el lugar que le pertenece. Y si allí hay ciudades,
volverán a ser inundadas”, advirtió Kopta. Esta última reflexión es
interesante, teniendo en cuenta que la región del Chaco, por lo que hoy
sabemos, fue habitada hace unos cinco a siete mil años atrás, lo que antes
hubiera sido imposible porque toda esa vasta zona era un enorme Mar.
Hernán Giardini, de
Greenpeace Argentina, afirmó que la deforestación es una de las principales
causas de las inundaciones: “los bosques son nuestra esponja natural y paraguas
protector. Cuando perdemos bosques nos volvemos más vulnerables ante las
intensas lluvias y corremos serios riesgos de inundaciones”, señaló.
Recordó que en los últimos
siete años se deforestaron dos millones de hectáreas. “La situación actual de
la Selva Paranaense o Selva Misionera, atravesada por los ríos Uruguay, Paraná
e Iguazú, es realmente crítica, sólo queda un 7 % de la superficie original de bosques,
mientras que en Paraguay y Brasil ha sido prácticamente destruida”, aseguró.
Todas estas muy
fundamentadas consideraciones son también las verdaderas razones de las
catástrofes a las que estamos asistiendo. Y llegados a este punto nos
preguntamos: ¿tienen los pueblos indígenas algo que decir al respecto?
Mitos de Origen ¿Relatos
Proféticos?
La Tierra, nuestro hogar,
está llegando a un punto de fragilidad inédita en su historia, desvastada y
amenazada al extremo por un sistema global que aún no ha tomado debida nota de
la crisis. Y esta parte del mundo -en esta caso el Litoral- no es la excepción.
Mientras en el mundo crece
la toma de conciencia acerca de la crisis terminal de la Tierra, muchos pueblos
indígenas, desde tiempos inmemoriales, atesoran en sus cosmovisiones una idea
muy similar. Una perspectiva del Tiempo conformado por una sucesión de Eras o
Edades que terminaban abruptamente, generalmente por causa de algún cataclismo,
estuvo muy difundida en las culturas originarias de Mesoamérica, los Andes
Centrales y las de la región del Chaco, entre otras. El ciclo
destrucción-regeneración que incluían estas Edades, implicaban que una
generación de hombres moría para dar origen a la siguiente.
Entre los aztecas o mexica
y según el Códice Vaticano, la Primera Edad es la Blanca (Atonatiuh o Sol de
Agua), destruida por un diluvio, la humanidad convertida en peces y solo una
pareja salvada. Para los mayas quiché y según “El libro de los libros de Chilam
Balam” también la Primera Edad es destruida por el diluvio y el hundimiento del
Cielo e incluso la Quinta Edad se plantea que finalizará luego de una lluvia
torrencial e interminable.
Los incas, de acuerdo a la
crónica de la “Cuenta Larga” de Fernando de Montesinos sostenían que la Primera
Edad había sido destruida por la inundación, anunciada por la aparición en el
cielo de comentas en forma de jaguares y serpientes.
En los Mitos de Origen de
otros pueblos, como los mapuche, la noción de una lucha acuática entre las
Serpientes Primordiales dio lugar al origen del hombre tal cual lo conocemos, y
por otro lado a la desaparición de una estirpe anterior, que pereció ahogada
fruto de aquella lucha de Serpientes.
Entre los guaraníes de la
Selva, el Mito de la Tierra sin Mal parece estar asociado a una búsqueda del
hombre por eludir la destrucción de la Tierra. Ellos tienen la idea de la
fatiga cósmica, la noción de que la Tierra está cansada de vivir y que por eso
llegará su destrucción. Muchas de las migraciones de estos pueblos es probable
que se hayan realizado en busca de ese lugar que está en este mundo y al mismo
tiempo fuera de él, y en el cual el hombre podrá finalmente salvarse. Algunos
relatos dan cuenta de que los hombres y mujeres danzaban para acelerar la
destrucción de la Tierra…
A la luz de lo que está
sucediendo en el actual momento evolutivo del planeta y de la vida que el
alberga, creemos que podemos preguntarnos si estos relatos fundantes de los
pueblos indígenas son realmente mitos de origen o profecías... quizás sean ambas
cosas simultáneamente.
En todo caso, si podemos
afirmar que en nuestros días, por primera vez en la historia de la especie
humana esta tiene la posibilidad concreta no solo de autoaniquilarse sino de
convertir en inhabitable su hogar, y son los pueblos originarios los que
presentan la alternativa de un camino que privilegia desde el principio
esencial del respeto por la Madre Tierra, una visión del mundo más humanizada y
espiritual, que es la posibilidad de frenar la carrera de destrucción en que
estamos embarcados.
Ellos guardan el secreto de
cómo cuidar a la Madre Tierra. Conservan los principios fundamentales de cómo
respetarla. Son los guardianes que enseñan como estar en equilibrio con ella y
con todos los seres vivientes, sin provocar daños. Son los custodios de estos
sabios mensajes que ya son para todos los seres humanos ¿sabremos escucharlos?
Fuentes
Soja y represas:
estas inundaciones no son catástrofes naturales, sino el resultado del modelo
productivo (Sergio Alvez, Noticias Periodismo Popular; http://notas.org.ar/
http://www.ecoportal.net/Eco);
La mano humana tras el agua
(Darío Aranda, Pagina/12); El darse vuelta la Tierra (Carlos Martínez Sarasola,
2010).
El Orejiverde – 2 de Enero
de 2.016
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