En suma, son más de siete mil y perecen cuando las usan menos de
mil personas; en el Día Internacional de la Lengua Materna, la Unesco hace un
llamado a conservarlas
Cinco siglos atrás, el navegante Américo Vespucio supo que sus
visiones no bastaban para que el Nuevo Mundo que lo asombraba en verdad
existiera: además, debía nombrarlo. De otro modo, las impresiones de sus viajes
se deslizarían como las aguas que surcaba, para perderse en el olvido. Su afán
por nombrar fue el germen de la correspondencia con sus mecenas. Y sirvió al
cartógrafo alemán Martin Waldseemüeller para rodear de agua la porción de
tierra desconocida que surgía separada de Asia, en el primer planisferio que
contiene a América, Universalis Cosmographia, de 1507.
Hoy se celebra el Día Internacional de la Lengua Materna, por la
que cada destello de realidad recibe un nombre y comienza a existir. Proclamado
por la Unesco, se conmemora ese don por organizar la información que recibimos
del mundo. También, la facultad de la memoria para que una sola palabra arrastre
la corriente de recuerdos que creíamos naufragados. Es sobre dos orillas,
escribió Carlos Fuentes en La gran novela latinoamericana, que surge la
lengua: la memoria y la imaginación; "su signo es la escritura, posterior
a la oralidad de Colón y Vespucio".
Más de 7099 lenguas se hablan en el mundo. Un tercio de ellas están
en peligro, con unos 1000 hablantes, según el Ethnologue Database 2017,
perteneciente al Summer Institute of Linguistics, con sede en Dallas, Texas.
El plurilingüismo es considerado por la Unesco esencial para el
logro de la Agenda 2030 en lo relativo a crecimiento, empleo y salud en el
mundo. "Se trata de honrar el derecho a recibir educación en lengua
materna", dice a LA NACION el académico Geney Beltrán Félix,
director del Centro Nacional de Literatura de México del Instituto Nacional de
Bellas Artes de ese país.
"El ejercicio de valoración del diálogo es posible en el marco
de la diversidad lingüística", dice Beltrán Félix, especializado en lengua
y literatura hispánicas por la Universidad Nacional Autónoma de México. Esa
diversidad se expresa en el hecho de que "el español nunca fue lengua
oficial en México, sino de uso". "Las lenguas nacionales son también
las 69 de origen indígena que se hablan en el país, de once familias
lingüísticas, con 364 variantes", explica. México es un caso modelo, ajeno
a las riñas lingüísticas por imponer o invalidar una lengua, como las que
tensan las relaciones entre Catalunia y el resto de España. La ley general de
derecho lingüístico de pueblos indígenas (2003) garantiza que los procesos
judiciales se desarrollen en la lengua materna, en un país donde el maya es
hablado por unas 860.000 personas y es la segunda lengua indígena entre las más
habladas en el territorio, después del náhuatl.
Las voces de la Argentina
Más de 20 pueblos indígenas son hablantes de al menos 14 lenguas,
lo que representa el 2,4% de la población nacional. La última Encuesta
Complementaria de Pueblos Indígenas 2004-2005 detectó más de 600.000
descendientes "invisibilizados por la metáfora de 'pueblos extinguidos',
como los comechingones, charrúas, huarpes y onas", dice Cristina Messineo,
doctora en Lingüística por la UBA e investigadora principal del Conicet.
Es notable, dice, que el censo de población de 2010 registrara
955.032 indígenas. "No es que hayan crecido en número en tan poco tiempo,
sino que se animaron a decir quiénes son, cuál es su identidad. La Argentina
negó históricamente su matriz multiétnica, especialmente la vinculada con los
pueblos indígenas", dice la estudiosa de lenguas que se hablaban en el
territorio argentino antes de los españoles.
Que una lengua perezca "depende del prestigio que la sociedad
le otorga: una lengua minorizada, cuyos hablantes son discriminados, está más
sujeta al peligro de no ser transmitida a sus hijos". En la reforma de la
Constitución de 1994 (artículo 75) se reconoció la "preexistencia étnica
de pueblos indígenas antes de la conformación del Estado". Con la
"disolución en 2017 del consejo educativo autónomo de los pueblos
indígenas por el Ministerio de Educación, se violó el derecho que garantiza una
educación intercultural", alerta Messineo.
Tres lenguas aborígenes son oficiales solo a nivel provincial: el
toba, wichi y mocoví, en Chaco. Favorecer la supervivencia de lenguas
originarias "es permitir que siga existiendo un modo de mirar el
mundo". Y cuenta: la palabra domiagay en toba significa
"zumbador" y nombra al eucalipto. "Hay una época del año en que
ese árbol zumba, por la abeja que lo elige para producir miel",
cuenta la investigadora, y se pregunta: si alguien de un pueblo originario es
discriminado, "¿cómo hago luego para convencerlo de lo valioso que es que
siga hablando su lengua?".
El español, en expansión
Más de 572 millones de personas hablan español en el mundo: 477
millones son hablantes nativos, cinco millones más que hace un año. A mediados
de siglo, los hispanohablantes serán 754 millones, publicó el Instituto
Cervantes (IC) en su anuarioEl español en el mundo 2017. Es la segunda lengua
materna por número de usuarios, únicamente superada por el chino mandarín (950 millones).
El 7,8% de la población mundial habla español y ese porcentaje continuará hasta
el año 2050, mientras desciende la proporción de hablantes de chino y de
inglés, estima el IC.
¿Qué dice sobre nosotros la lengua que hablamos? ¿Qué revelan las
fórmulas para acercarnos? Como el retórico "¿todo bien?", de la
Argentina, que no busca saber cómo está alguien y desconcierta a extranjeros.
¿Qué hay del "¡venga!", de España, para expresar acuerdo? ¿Qué
arrastrará el "mande", en México, en lugar de "diga usted"?
¿Recordará las cicatrices de la conquista y el mito de Malinche, vendida como
esclava e intérprete, obligada a someterse?
¿Existe, como dice Renzi en Respiración artificial, álter ego
de Ricardo Piglia, ese paradigma de escribir bien que defendía Borges? ¿O la
lengua se parece más a aquello que empleaba Roberto Arlt, atento a la
mezcolanza de jergas y retazos de inmigración? ¿De qué hablan quienes defienden
una lengua pura si la esencia misma de ella es el cambio?
En Léxico familiar (1963), la obra más admirada de la
italiana Natalia Ginzburg, la autora reconstruye el entorno del hogar familiar
judío en tiempos de Mussolini. En su nota preliminar, admite que ese universo
emocional fue rearmado con detalles de "pura, desnuda y declarada memoria",
y por ello escrito en "estado de absoluta libertad". Su italiano
alterna con el dialecto turinés del padre y el milanés de la madre, cuando
quiere citarlos de forma fiel.
Atrevernos a pronunciar las palabras que pretendíamos negar tal vez
sea un acto de valentía con el que permitimos que estas cumplan su rol más
esencial: sostener un tejido más franco para las relaciones humanas y nuestra
propia identidad.
En números
En el mundo
7099 Son al menos las lenguas que se hablan en el mundo.
Un tercio de ellas se encuentra en peligro de extinción, con menos
de 1000 hablantes.
Dos tercios de las lenguas provienen de África y Asia. El 86% de la
población emplea lenguas de Asia o Europa.
Fuente: Ethnologue Database 2017, perteneciente al Summer Institute
of Linguistics, con sede en Dallas (Texas).
En la Argentina
Más de 20 pueblos indígenas son hablantes de al menos 14 lenguas
(2,4% del total de la población nacional).
Se agrupan en seis familias lingüísticas: toba, pilagá, mocoví
(familia guaycurú); wichi, nivaclé, chorote (familia mataguaya); tapiete,
ava-guaraní, mbya, guaraní (familia tupi-guaraní); quechua, tehuelche (familia
Chon), y mapuche. Recientemente se agregaron las lenguas vilela, considerada
extinta en los 60, y chaná (charrúa), oculta durante casi 200 años.
Fuente: Encuesta de Pueblos Indígenas (ECPI), INDEC
En América
América del Norte
Lenguas vivas: 256
En extinción: 157
América Central
Lenguas vivas: 326
En extinción: 42
América del Sur
Lenguas vivas: 456
En extinción: 139
Fuente: Registro UNESCO de 2011.
Escrito por Gisela Antonuccio
Diario La Nación (Buenos Aires) – 21 de Febrero de 2.018.
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