Si tú crees que una sonrisa es más fuerte que un arma.
Si tú crees que lo que une a los
hombres es más fuerte que lo que los separa.
Si tú crees en el poder de una
mano extendida.
Si tú crees que ser diferente es
una riqueza y no un peligro… entonces vendrá la paz.
Si tú sabes mirar al otro con un
poquito de amor.
Si tú sabes preferir la esperanza
a la sospecha.
Si tú estás persuadido que te
corresponde tomar la iniciativa antes que al otro.
Si todavía la mirada de un niño
llega a desarmar tu corazón… entonces vendrá la paz.
Si tú puedes alegrarte del gozo
de tu vecino.
Si la injusticia que golpea al
otro te duele tanto como la que tú sufres.
Si para ti el extranjero es un
hermano.
Si tú sabes dar gratuitamente un
poco de tu tiempo por amor… entonces vendrá la paz.
Si tú sabes aceptar que el otro
te preste su ayuda.
Si tú compartes tu pan y sabes
dar con él un pedazo de tu corazón.
Si tú crees que el perdón
consigue más que la venganza.
Si tú sabes cantar la felicidad
del otro y bailar su alegría…entonces vendrá la paz.
Si tú puedes escuchar al
desdichado que te hace perder tu tiempo y entretenerlo con una sonrisa.
Si tu sabes aceptar la crítica y
hacer que te sea provechosa sin rechazarla ni defenderte.
Si tu saber acoger y aceptar un
punto de vista diferente al tuyo.
Si tu rehúsas darte golpes por
tus culpas en el pecho de otros… entonces vendrá la paz.
Si para ti, el otro es ante todo
un hermano.
Si para ti la cólera es una
debilidad, no una manifestación de fuerza.
Si tú prefieres ser herido antes
de hacer daño a alguien.
Si tú no te sientes tan
importante que “después de ti el diluvio”…entonces vendrá la paz.
Si tú alcanzas y te colocas al
lado del pobre y del oprimido sin creerte un héroe.
Si tú crees que el amor es la
única fuente de disuasión.
Si tú crees que la paz es
posible.
Entonces vendrá la paz.
Autor desconocido
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