El
tiempo de los viejos sermones ha pasado,
Nosotros apuntamos directamente al corazón.
Si la mente intenta entrar a hurtadillas Y tomar el mando,
nosotros le echaremos el lazo sin demora.
Convertimos el veneno en medicina
Y nuestras penas en bendiciones.
Todo lo que nos era familiar,
A quienes amábamos y a nosotros mismos,
Tuvimos que dejarlos atrás.
Bendito sea el poema que viene
a través de mí, pero no de mí,
Porque el sonido de mi propia música
Ahogaría la canción de Amor.
Nosotros apuntamos directamente al corazón.
Si la mente intenta entrar a hurtadillas Y tomar el mando,
nosotros le echaremos el lazo sin demora.
Convertimos el veneno en medicina
Y nuestras penas en bendiciones.
Todo lo que nos era familiar,
A quienes amábamos y a nosotros mismos,
Tuvimos que dejarlos atrás.
Bendito sea el poema que viene
a través de mí, pero no de mí,
Porque el sonido de mi propia música
Ahogaría la canción de Amor.
Rumi
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