Por:
Esteban Biba / EFE
Una
comunidad indígena en Guatemala se pone a la vanguardia de la lucha contra los
empaques de plástico rescatando sus tradiciones.
La etnia Tzutujil en Guatemala decidió
reemplazar gradualmente las bolsas de plástico por hojas de plátano.
En
el mercado dominical de San Pedro La Laguna los clientes que abarrotan esta
comunidad indígena del interior de Guatemala ya no portan bolsas de
plástico, aquí la vanguardia está en la tradición: los productos se entregan en
hojas de árbol de plátano.
Parecen
inofensivas y se usan todos los días. Son de colores, transparentes o con
grandes logotipos de publicidad. Pero a pesar de sus múltiples formas y
variedades tardan en degradarse un promedio de 150 y 200 años, por lo que
las bolsas de plástico constituyen una amenaza para la salud del planeta.
Consciente de esta situación, el alcalde de San Juan La Laguna, Mauricio Méndez, le declaró la guerra a este refinado del petróleo prohibiendo la distribución de las bolsas de plástico, productos de duroport y pajillas.
Esta
iniciativa equipara a este pequeño enclave, ubicado a las orillas del Lago
Atlitlán, a los países más avanzados de Europa, que recientemente también han
adoptado medidas frente a la creciente amenaza de los plásticos.
En
San Pedro La Laguna, la población, en su mayoría de la etnia Tzutujil,
vive del comercio y del turismo, pero la contaminación de las aguas del lago ha
sido una de las mayores preocupaciones durante años, por lo que esta medida, la
tercera en el país, ha sido vista con buenos ojos.
Fernando,
un carnicero Tzutujil que trabaja en el mercado, piensa que deshacerse del
plástico es la mejor opción: "Las hojas de plátano sirven igual que las
bolsas y no contaminan nuestro lago. Los clientes ya las piden. Así todos vamos
a ser más felices".
También
María, una tímida vendedora que comercia con mariscos, ha adoptado la
disposición con gusto y aunque reconoce que "algunos todavía están usando
bolsas", expresa su deseo de que dejen de hacerlo y se cambien a las hojas
de plátano: "Son mejores para el ambiente".
Las
multas para quienes no acaten la disposición medioambiental van desde los 300
quetzales (unos 40 dólares) hasta los 15.000 (2.000 dólares), pero estas
cantidades se pueden duplicar con la reincidencia.
Foto: EFE / Esteban BibaLa etnia Tzutujil en Guatemala decidió reemplazar gradualmente las bolsas de plástico por hojas de plátano. |
Sin
embargo, la municipalidad ha insistido en que la intención no es aumentar la
recaudación, sino "minimizar los graves perjuicios que el exceso de
este tipo de productos están generando en el ambiente y en el lago de
Atiltán", porque el plástico, dice el acuerdo, "tiene un tiempo de
degradación de entre 100 y 1.000 años".
Con
este esfuerzo, los hábitos de los residentes han empezado a cambiar.
"Traigo mi propio contenedor, no necesito esto que ensucia el
pueblo", explica una compradora local tras rechazar una bolsa de plástico
para su compra de dos libras de pollo.
Y
parece que hay otros que se quieren hacer eco de esta medida. Un grupo de
diputados presentó esta semana en el Congreso una iniciativa de ley que
pretende regular la producción, distribución y venta de las bolas de
plástico.
Este
proyecto de ley, que debe ser aprobado, busca además que se elimine de
manera paulatina, concretamente en un periodo de cuatro años, el uso de
estas bolsas, y que se reemplacen por las de material reutilizable para contribuir
a la conservación del medioambiente en Guatemala, uno de los 19 países
megadiversos del mundo.
Varias
organizaciones internacionales estiman que en el mundo circulanentre 500.000
millones y un billón de bolsas de plástico, y que el 5 % del petróleo que se
extrae es para esta industria, por lo que la reducción en su uso no solo
ayudará a no contaminar el ambiente, sino también a preservar el oro negro, un
recurso no renovable.
Fuente: El Espectador (Colombia) - 7 de Noviembre de 2.016
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