Un espacio destinado a fomentar la investigación, la valoración, el conocimiento y la difusión de la cultura e historia de la milenaria Nación Guaraní y de los Pueblos Originarios.

Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.

domingo, 26 de abril de 2020

La Leyenda de la Yerba Mate


1-Un día JASY, la luna, quiso conocer de cerca la tierra. Le pidió  a su amiga ARAÍ,  la nube rosada del atardecer que la acompañara y juntas convertidas en dos hermosas muchachas bajaron y comenzaron su paseo por la selva.

Por primera vez podían caminar por la hierba fresca, escuchar el canto de los pájaros, sentir el perfume de las flores y verse reflejadas en las aguas cristalinas del río. ¡Todo era maravilloso!.



2- De pronto de entre la espesura de los árboles apareció un YAGUARETÉ dispuesto a atacarlas.
JASY Y ARAÍ quedaron inmóviles frente al feroz animal.
En ese mismo momento, un viejo cazador GUARANÍ se paró entre las muchachas y el YAGUARETÉ y apuntó con su arco y su flecha al animal.
El YAGUARETÉ al ver al anciano, escapó velozmente ocultándose nuevamente entre los árboles.


3- El viejo cazador invitó a JASY Y ARAÍ a su vivienda. Al llegar fueron recibidos por su mujer y su hermosa hija.
La familia ofreció a las dos muchachas lo único que les quedaba para comer: unos panes de maíz y luego las invitaron a descansar. 
A la mañana siguiente JASY Y ARAÍ se despidieron agradecidas y se marcharon. Cuando se habían alejado lo suficiente, volvieron a transformarse en luna y en nube rosada del atardecer y subieron al cielo. 
Desde ahí JASY siguió mirando al cazador, a su esposa y a su hija que con tanto cariño les habían dado de comer lo único que tenían en su humilde casa.


4- Luego de varios días JASY llamó a ARAÍ y le dijo:
Tenemos que premiar a esa familia que nos ofreció su casa y su comida.
Lo mismo he pensado yo, respondió ARAÍ.
La luna y la nube rosada, buscaron juntas un regalo, debía ser algo muy original… por fin tuvieron una gran idea.
Una noche volvieron a la selva y mientras la familia dormía plantaron en la puerta de la choza unas semillas celestes, luego subieron nuevamente al cielo. Desde ahí JASY iluminó fuertemente el lugar y ARAÍ dejó caer una suave lluvia.


5- A la mañana siguiente frente a la choza, habían crecido unos pequeños arboles, sus hojas eran de color verde oscuro y tenían flores blancas. Cuando el anciano despertó y salió, quedó maravillado al ver esas plantas desconocidas y llamó a su mujer y a su hija. Los tres miraban asombrados cuando de pronto el cielo se oscureció y apareció ante ellos una luz blanca, brillante que fue tomando forma de muchacha… era JASY que dulcemente les dijo:
-No tengan miedo, yo soy JASY la luna y vengo a premiarlos por su bondad. Esta nueva planta es la yerba mate y desde ahora será para todos los hombres de esta región, símbolo de amistad y alimento para beber.
Luego JASY le enseñó al anciano cómo debían tostar y moler las hojas del árbol para preparar la bebida y sonriendo volvió al cielo.


6- El cazador siguió las instrucciones, tostó las hojas y las molió, las colocó dentro de una calabaza, vertió agua caliente y con una pequeña y fina caña bebió.
Después pasó el recipiente a su mujer, para que probara… y a su hija… una y otra vez la calabaza pasó de mano en mano…. Había nacido el mate. 

Fuente: Sala Celeste - El blog de la Sala Celeste del Hogar San Rafael



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