El mburubivchá de la comunidad indígena de Pozo Azul (Eldorado, Misiones) relató cómo se protegen en su aldea en estos tiempos de cuarentena, se solidarizó con sus hermanos indígenas que no tienen tierras o casas donde poder refugiarse en forma segura para sobrellevar estas semanas de aislamientos y que los coloca en una situación de mayor vulnerabilidad. Chamorro, además, reflexionó sobre sus costumbres y respecto a los consejos que los sabios y sabias de la cultura guaraní que advertían sobre la importancia del respeto por la conservación de la naturaleza.
Epifanio Chamorro (36) es el mburuvichá de Tekoa Arandú, una comunidad Mbya Guaraní que se encuentra en la localidad de Pozo Azul, departamento de Eldorado. Transmite serenidad cuando responde a la entrevista con ArgentinaForestal.com sobre como llevan adelante en su aldea estos tiempos difíciles de pandemia por el brote de coronavirus.
Es uno de los líderes del Pueblo Mbya Guaraní, nieto de Don Rodolfo Chamorro, el “Opyguá” Vera Mirî, un gran sabio de la cultura indígena y que partió físicamente hace pocos meses. El anciano supo trasmitirle los saberes ancestrales y fortalecer el espíritu de los jóvenes de la aldea, avecinando los tiempos difíciles.
Epifanio compartió la preocupación de su hermano el cacique Eliseo Chamorro, de Tekoa Ka’aguy Poty –en el Valle de Kuña Pirú-, quien expresó que “la situación de emergencia sanitaria y aislamiento obligatorio tomó por sorpresa a muchas comunidades y se necesita de asistencia porque no tiene el monte para poder vivir, y también les falta más información de qué hacer”, remarcó.
En el caso de la comunidad en Pozo Azul, el cacique aseveró que se encuentran cumpliendo el aislamiento en Tekoa Arandú. La aldea tiene una superficie de 5.014 hectáreas, con más de 90 familias. “En nuestra comunidad cada persona se queda en su casa cumpliendo el aislamiento, como está dispuesto para todos los ciudadanos de la Argentina, como fue la orden de nuestros autoridades nacionales. El aislamiento es total, nadie sale solo por salir, ni al patio. Como cacique, yo mismo hago cumplir la ley”, explica Epifanio.
El cacique tiene muy claro que la enfermedad no va a perdonar a nadie. “No importará si es aborigen o no, es mejor prevenir que curar, así que lo mejor es que nadie salga. Gracias a ñande rueté (padre verdadero, nuestro Dios) que hasta ahora no hay ningún caso sospechoso ni síntoma en nuestra comunidad. Y esperemos que se siga así. Pero me preocupan mis hermanos de otras aldeas, si llegara a pasar alguna situación de enfermedad por el virus, porque seguramente alguno va a querer curar con nuestra medicina indígena, y esto es algo desconocido para nosotros”, explicó, por una parte, Epifanio.
Por otra parte, indicó que la medida de emergencia sanitaria a muchos indígenas los tomó por sorpresa, no estaban preparados para el aislamiento. “Seguramente que hay hermanos que van a necesitar ayuda para alimentos, y para eso está la mano de gente solidaria como, por ejemplo, la municipalidad de cada zona o también la asistencia de la Dirección de Asuntos Guaraníes de la provincia”, precisó.
En Tekoa Arandu las familias viven entre 6, 7 o más personas en una sola casa. “Si se presentará algún síntoma del virus tenemos promotores Interculturales de Salud que trabajan dentro de la comunidad, y ellos llamarán al ambulancia para llevar al hospital”, expresa el cacique.
Pero por protocolo, si se presentara algún caso sospechoso de coronavirus en la comunidad, el procedimiento es diferente. Y el aislamiento obligatorio sería para toda la aldea ante una sospecha, con una cuarentena estricta por 15 días hasta corroborar que no hubiera más personas contagiadas.
Sabiduría indígena
Epifanio se mostró sereno frente a los acontecimientos respecto a la pandemia por coronavirus. “Los Mbya ya sabíamos que algo mal se venía porque nuestro sabio y sabia de nuestra cultura guaraní ya venían hablando de esta cosa que estamos pasando ahora”, expresó. Por ello, siempre en las comunidades se los inculcó que “nos ocupemos de producir alimentos para ahora y siempre, valorar el agua y el cuidado de medio ambiente. Por eso estoy seguro de que todos en las comunidades tienen sus alimentos en su chacra, como mandioca, batata, poroto, maíz y muchas otras plantas más. El que no tiene su kokue (alimento) es porque nunca tomó en serio los consejos de los ancianos, ancianas y sabios de la comunidad”, expresó el cacique de Tekoa Arandú.
Como cacique, Epifanio siempre trata de que los más jóvenes no se olviden de los consejos de sus abuelos Mbya, de que se tiene que producir alimentos para sus hijos.
“Pero también es una realidad del Pueblo Indígena que no se logra regularizar la tenencia de la tierra, y hay familia Mbya que no tiene tierra suficiente y apta para su desarrollo, no tiene monte. Por ellos es que me preocupa mucho que todavía hay comunidad que no cuenta con el título de propiedad”, indicó.
El refugio del Pueblo Mbya es la selva misionera. “Nosotros estamos totalmente en contra del desmonte, esa es nuestra lucha constante. También en nuestra comunidad tratamos de que todo aquel beneficiario de salario universal por hijo no mal gaste el dinerito, y que con ello compren mercaderías, ropitas, útiles escolares para que todos podamos estar bien y seguro de tener alimentos en nuestra casa. Hasta ahora estamos llevando bien todo esto en nuestra comunidad”, concluyó.
Por Patricia Escobar
@argentinaforest
Fuentes:
Argentina Forestal
Misiones On Line - 4 de Abril de 2020
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