Un espacio destinado a fomentar la investigación, la valoración, el conocimiento y la difusión de la cultura e historia de la milenaria Nación Guaraní y de los Pueblos Originarios.

Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.

miércoles, 29 de abril de 2020

Las fases de la Luna - Leyenda Inuit


Hace mucho tiempo, en una aldea a orillas del río Yukon, vivían cuatro hermanos y una hermana. El más pequeño de los hermanos era el compañero de juegos de la niña. Los demás hermanos eran grandes cazadores y en el otoño se trasladaban a la costa, ya que vivían cerca del mar, y en primavera se iban a las montañas a cazar renos. El hermano menor nunca iba con ellos porque los demás le tenían por lento y perezoso.

Una noche que los hermanos llegaron a la aldea, agotados tras una larga jornada de caza, la niña les fue a llevar comida al Kashim (casa de la asamblea), donde los cazadores dormían. 

Cuando se dirigía hacia allí, la niña vio en medio del campo una alta escalera que llegaba hasta el cielo y una cuerda a su lado. Curiosa, subió por la cuerda. Mientras lo hacia, el hermano menor vio lo que hacia y fue a alertar a sus hermanos mayores :

“¡Nuestra hermana está escalando hacia el cielo! ¡Nuestra hermana está escalando hacia el cielo!”

“Oh, muchacho perezoso, ¿por qué nos despiertas con estas mentiras? “, dijeron.

“Venid y vedlo por vosotros mismos, ¡rápido!” –dijo sin aliento.

Efectivamente, la niña seguía subiendo por la cuerda pese a cargar aún con la comida para sus hermanos. El menor decidió ir tras ella y comenzó de inmediato a subir la escalera, mientras apenas podía ver ya a su hermana que trepaba por la cuerda. Tan alto subieron los dos, que la niña se convirtió en el sol y en la luna se transformo el muchacho.

Desde entonces, él la persigue pero nunca la alcanza: al anochecer el sol se pone por el Oeste y se ve a la luna aparecer por el Este para ir tras el sol, pero siempre es demasiado tarde, nunca lo alcanza.

La luna, al estar sin comida, poco a poco mengua por el hambre, hasta que casi se la pierde de vista. Es entonces cuando el sol, la hermana, se acerca y le da la comida que guardaba en el cesto que llevaba al Kashim para sus hermanos. Después de que la luna se haya alimentado, poco a poco va engordando y es más lento su periplo, por lo que el sol volverá a ir por delante y la luna pasará hambre de nuevo hasta que su hermana se apiade y vuelva a ofrecerle comida. De esta forma, se producen las fases de la luna que vemos todos los meses.

Fuente: Cuentos del Mundo
https://cuentosdelmundo.wordpress.com/2013/07/19/fasesluna-leyenda-esquimal/

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