Un viejo debate reaparece por el pánico de la
población a enfermarse. Se denuncian cientos de casos y el gobierno está
desorientado. Ambientalistas ratifican su dura posición. La OMS recomienda no
hacer represas en zonas subtropicales. “Son reservorios gigantes de mosquitos”,
aseguran.
Larvas del Aedes Aegypti |
Una vez más la provincia de Misiones padece un fuerte embate de las enfermedades vectoriales y como aun no se percibe una clara política de lucha y/o prevención por parte del gobierno, la población entra en pánico.
En esta ocasión, el protagonista es el Dengue, pero
años anteriores se sufrió por Leishmaniasis y Fiebre Amarilla. Siempre la gente
aparece indefensa; el gobierno desprevenido y las verdaderas causas escondidas.
Largas filas en los Hospitales, cientos de reclamos
de limpieza y fumigación, aumento del precio de repelentes, y poca información
oficial sobre el tema. Son los retratos de este caluroso Enero en Misiones.
Después de discutir lo urgente, de a poco se vuelve
al debate de fondo. Porque hay Dengue en Misiones? Parte de la discusión está
más que clara para los ambientalistas que integran la Mesa Provincial por el NO
a las Represas que desde hace años aseguran categóricamente que las hidroeléctricas
son parte de las verdaderas causas de las enfermedades vectoriales. “Yacyreta
es un reservorio gigante”, indicó a Misiones Cuatro el ambientalista Eduardo
Lujan.
Y a propósito del tema, sin dudar agregó que “está
bien que se haga la campaña para que la población colabore y que se reclame que
se fumiguen los barrios y demás, pero nada de eso es suficiente, porque la
ciudad está rodeada de agua estancada”.
Aedes aegypti, portador del dengue |
En este sentido el ambientalista explicó que el
problema radica además en que en Posadas hay agua estancada en toda la ciudad,
no solo por el Lago de Yacyretá, sino que también los arroyos afluentes del
Paraná están “taponados” por la altura excesiva del río y provocan inundaciones
cada vez que llueve generándose así grandes charcos de agua dentro de la ciudad
sin la contención adecuada.
Luján explicó: “Pero no porque lo digamos nosotros,
sino porque esto lo recomienda desde hace ya muchos años la Organización
Mundial de la Salud, que recomienda no construir mega represas en zonas
tropicales o subtropicales; porque este tipo de enfermedades se transforman en
endémicas automáticamente, porque hay una relación directa con el estancamiento
del agua y la proliferación de los vectores de estas enfermedades”.
“Hace veinte años dije que las represas envenenan
las aguas generando dengue y leishmaniasis, me trataron de loco”, había
asegurado el ingeniero Eduardo Basso del Pont al diario TN Goya de Corrientes.
“Represas significan: impactos ambientales
tremendos, desalojo de poblaciones de sus lugares de asentamientos,
enfermedades, contaminación de las aguas y que el resto de los argentinos
paguemos las fiestas de algunos. Sin embargo, sólo nos hacen socios en la
contaminación, en el quebranto, en el riesgo de estallido de la represa y en el
envenenamiento del agua”, sentenció el ecologista hace un par de años."
Por su parte, al respecto del problema sanitario
que trae aparejado la construcción de Represas, el ecologista Raúl Aramendy
siempre destacó el informe sobre “Enfermedades Parasitarias, Desarrollo Hídrico”
(1994) de la Organización Mundial de la Salud, en la que se recomienda no
construir represas hidroeléctricas en zonas tropicales y subtropicales, por
considerarlas “zonas de alto riesgo” para las zoonosis, desde el punto de vista
ambiental y sanitario.
En este sentido, Aramendy siempre aseguró que la
represa de Yacyreta “nos trajo” las enfermedades vectoriales como el Dengue y
la Leishmaniasis pero también advirtió que ya se pueden encontrar los vectores
de la esquistosomiasis.
“El desarrollo económico no debe deteriorar la
salud, ni causar enfermedades”, señaló Raúl Aramendy.
La Organización Mundial de la Salud, organismo de
Naciones Unidas a recomienda “No hacer represas entre los paralelos 30 de
latitud norte (Subtropico de Cáncer) y 30 de latitud sur (Subtropico de
Capricornio). Misiones se encuentra entre los paralelos 25 y 27. Totalmente
dentro de lo que la OMS considera “zona de altísimo riesgo sanitario”. Hacer
represas en estas latitudes es montar una “bomba biológica” dice el documento
de la OMS “Enfermedades parasitarias y desarrollo hidráulico”, 1994.
Misiones: Malaria, Leishmaniasis, Dengue y demás
yerbas
Fragmento del texto: Megarepresas: Pensando sobre
la relación entre la sanidad, la salud, la economía y el desarrollo
(Ecoportal.net) Raúl Aramendy – Ambientalista.
Me veo en la obligación de volver a poner esta
cita: “Hay que partir del principio de que el desarrollo económico no debe
deteriorar la salud ni causar enfermedades” Principio Básico de la OMS, pag.
103, “Enfermedades parasitarias y desarrollo hidráulico”, 1994.
Campaña de erradicación del Dengue |
En la nota anterior hablamos de la esquistosomiasis
y del caracol vector de esta enfermedad grave. Lo repito porque andan
circulando por allí afirmaciones acerca de que sólo los mosquitos son vectores
de enfermedades, para el caso de las megarepresas, y no es así. A la vez que
afirmar que hay vectores que aparecen sólo cuando las condiciones del lugar son
óptimas para su vida (como aguas de lenta circulación, por ejemplo). Y claro
que esto es una cuestión sanitaria.
Hacer o no una tremenda represa, estancando grandes
cantidades de agua, inundando miles de hectáreas, es una cuestión sanitaria, y
no solamente el ver qué hacemos después del desastre para evitar que sea tan
grave (se está creando, en estos momentos un Instituto, con sede en Iguazú,
para el estudio de Enfermedades Tropicales, por parte del Estado nacional, como
si ya se lo vieran venir y se prepararan para actuar después del desastre,
mitigándolo, y no antes para evitarlo).
Los problemas sanitarios que están ocasionando las
mega-represas en todo el mundo, preocupan a científicos, técnicos,
sanitaristas, médicos y centros de estudio del mundo y de nuestra región, en
grado creciente. El Foro Boliviano de Medio Ambiente y Desarrollo (Fobomade),
preocupado por la construcción de represas en Brasil, en la región fronteriza
con el departamento de Pando, realizó un estudio publicado en el documento
“Bajo el caudal: El impacto de las represas del río Madera en Bolivia”. En el
afirman que “Más víctimas de malaria, dengue y leishmaniasis son las
consecuencias que puede tener la construcción de represas en Brasil, en la
región fronteriza con el departamento de Pando”. Estas afirmaciones fueron
avaladas por el viceministro de Biodiversidad, Recursos Naturales y Medio
Ambiente, Juan Pablo Ramos, quien explicó que Bolivia hizo una evaluación
técnico-científica en el 2008 que confirma los efectos negativos de esas obras.
El informe del Fobomade advierte que los niños serán el grupo más damnificado
por la malaria, además de los inmigrantes. Los cálculos apuntan a que serán 13
veces más vulnerables con la nueva represa, en especial los menores, y hasta
cinco veces más, la población en general.
Pando es el departamento de Bolivia con mayor
incidencia de malaria, situación que no parece preocupar para nada a Brasil el
país, que junto a China, más represas está construyendo en América Latina en
estos momentos, sobre todo dentro y en zonas de frontera.
Un elemento importante para las reflexiones que
nosotros tenemos que realizar ante los intentos de construir Garabi y Panambi
es que, como afirma el estudio boliviano “El efecto predecible es que
poblaciones cercanas a sitios de inundación a un promedio de tres kilómetros
(rango de vuelo de los mosquitos) incrementarán sus niveles de incidencia en
malaria”. Una Misiones con malaria, con leishmaniasis, con dengue, con
esquistosomiasis, con fiebre amarilla y demás enfermedades tropicales, será muy
poco atractiva para el turismo internacional que nos permitió, por ejemplo en
el 2006, generar ingresos del orden de los 700 millones de pesos.
¿Y cómo puede incidir una mega-represa en la
proliferación del dengue? El estudio señala que “la construcción de espacios
urbanizados para quienes se encarguen de ejecutar el proyecto puede desembocar
en la propagación del vector, que, se asevera que es urbano, pero se sabe que
puede reacomodarse eventualmente en áreas rurales.”
“Lo que eleva el riesgo de contagio es que esos
asentamientos, en general, no suelen estar dotados de los servicios básicos
suficientes, como un adecuado sistema de distribución de aguas, por lo que el
grado de precariedad es también una causa de la proliferación del insecto.”
“La propagación del dengue implicaría al Estado un
costo para la atención de los damnificados y una inversión para equipamiento de
fumigación con agentes químicos a fin de eliminar los criaderos de larvas de
los mosquitos Aedes aegypti.” No olvidar que acá ya tenemos dengue.
Con respecto a la leishmaniasis nuestros vecinos
informan que “Hay en el país entre uno y tres casos de leishmaniasis por cada
1.000 habitantes, y en zonas de alto riesgo, como las áreas selváticas
pandinas, la incidencia se eleva a tres casos. Está presente en regiones de
esas características del oriente, Cochabamba, Tarija y La Paz.” A tener en cuenta
por parte de los misioneros que ya tuvimos (¿por incidencia de Yacyretá?)
brotes de leishmaniasis en nuestra provincia, sobre todo de la canina. Y hay
que decirlo, los animales importan, no son cosas, son seres vivos. Aunque
también tuvimos ya casos en humanos, que también importan.
Campaña de prevención del Dengue |
La Leishmaniasis canina es una enfermedad causada
por un protozoario, Leishmania spp, transmitido por mosquitos del género
Phlebotomus. Lamentablemente nos conviene conocer estos detalles.
La Leishmaniasis canina no es sólo un problema
veterinario, debido a que es una zoonosis de importancia mundial.
Crece en el mundo y es de reciente aparición en
Argentina, siendo que la prevalencia de la enfermedad es mucho mayor a lo que
se suponía en un principio. El perro actúa como reservorio de la Leishmaniasis
humana e incluso los perros con infecciones inaparentes son capaces de
transmitir la enfermedad a través de vectores y juegan un rol fundamental en la
diseminación del parásito. Nuestro alerta debe ser mayor y preventivo ya que,
lo repito, humanos y caninos comparten el vector, siendo estos últimos
reservorios de esta enfermedad de gran importancia epidemiológica.
Mas aguas estancadas rodeando a todo Misiones
(tener en cuenta que a Garabi y Panambi se pretende sumar la represa de Corpus
–prohibida por Ley Provincial- y, según el diputado Llera, una más que los
brasileños pretenden hacer en su territorio pero sobre el rio Iguazú, afectando
fuertemente a las Cataratas).
La Agencia Nacional de Energía Eléctrica de Brasil,
adjudicó recientemente los contratos para construir una represa hidroeléctrica
sobre el río Iguazú que estaría emplazada a menos de 1 kilómetro del Parque
Nacional Iguazú y a unos 100 kilómetros de la localidad misionera de Andresito,
entre Capanema y Capitán Leónidas, ciudades brasileñas del Estado de Paraná.
Generaría una potencia de 350 megawatts, suficiente para abastecer a una ciudad
de alrededor de un millón de habitantes o a una provincia, como Misiones. El
embalse va a inundar unos 13,6 kilómetros cuadrados y exigirá la relocalización
de 360 familias. Esa cantidad de Mw/h es, según manifestó el Gobernador Closs,
el tope de consumo de Misiones, a las 15 hs., en verano.
Tengamos en cuenta que los brasileños YA
construyeron, sobre el rio Iguazú, las represas de Salto Osorio, Salto
Santiago, Segredo y Foz de Areia (Ver el excelente informe de “Primera
Edición”, serie Temática, del 14 de marzo –día mundial de lucha contra las
represas- del 2006), a la que debemos ya sumar (¿la última?) Salto Caxias. Esta
es la más próxima a nuestra frontera.
Aunque aún Misiones no tiene una Matriz Energética
(y sobre esto volveremos en futuras notas) confiamos en este dato del
Gobernador. Y de paso decimos que si ese es el potencial que nuestra provincia
consume actualmente deberíamos, si pensamos desde, con y para los misioneros,
preocuparnos por generar esta cantidad más lo necesario para crecer en los
próximos 30 años, o poco mas, que es lo que tienen de vida útil casi todas las
megarepresas, con los niveles de fuerte colmatación que sufren por la modalidad
de producción agrícola hegemónica, basada en el monocultivo extensivo y el
desmonte generalizado. ¿Por qué pretendemos generar, con Garabi más Panambi
unos 2.200 Mw? Mas, aun, cuando desde la Represa de Uruguai, construida hace ya
casi dos décadas, se genera en estos momentos 150 de los 350 MW/h del consumo
actual. Al decir del presidente de la empresa Electricidad de Misiones SA
(EMSA), Héctor López Ricci, “hay perspectivas positivas en relación a la cota
del lago, hecho auspicioso porque aporta una seguridad importante al sistema
provincial, además de energía suficiente para sostener la actual demanda”
(declaraciones periodísticas del 15 de Febrero del 2011 Edición Nº 22 de El
Libertador, subrayado nuestro).
Datos como estos, y otros que analizaremos en
próximos artículos, nos permiten concluir que no se está pensando en las
necesidades de autoabastecimiento de energía eléctrica para los misioneros,
cuando se nos proponen nuevas megarepresas en esta región. Sobre todo teniendo
en cuenta que la mitad del Complejo Garabi-Panambi (1.100 MW) ira,
directamente, a Brasil. Muchos problemas y consecuencias para pocos resultados,
mirándolo desde los intereses de los misioneros.
Fuente: Garupadigital.com – Garupa (Misiones-Argentina)
– 19 de Enero de 2.016.
Atención!!informemonos correctamente!#!
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