"En todos los lugares del mundo los pueblos tienen vivencias
espirituales y en esta región es muy intensa. El guaraní es una cultura que
busca la evolución espiritual a través de la conducta. No se propone el guaraní
ejercer el poder, el control de nada, la imagen de control que ejerce el
guaraní es cuidar a la naturaleza, y ese cuidado consiste en tener conciencia
de que cada uno somos parte de una gran cadena alimenticia, y cada vez que uno
de esos eslabones se cortan, se amenaza al conjunto porque existe un
debilitamiento del que es comido y también del que se lo come a ese eslabón que
se ha perdido, por eso el guaraní ha defendido tanto la naturaleza para que no
se debilite nuestro hábitat, nuestros alimentos y lo que necesitamos obtener de
la naturaleza, y como era una economía de autosustentación y no comercial, no
necesitó el guaraní depredar la selva, el guaraní siempre cultivó algo, no fue
solo un simple cazador recolector, a tal punto que la mandioca originalmente
era una planta con muchas toxinas al hervirla, la savia de la mandioca. El
guarani trabajó a la mandioca hasta sacarle todas las toxinas a través de
varios injertos y mutaciones genéticas. Cuando la convirtió en planta
alimenticia generaron 24 variedades, cada variedad tiene una función muy
especifica. Hay plantas de mandioca que en seis meses dan raíces, esa es la
primera después del invierno, y es para comerla de inmediato y hay otras
plantas que fue generado el crecimiento de la raíz durante tres años bajo
tierra, esas plantas tienen mucho almidón, después hay variedades que sirven
para la altura, para tierras bajas. La mandioca es una gran fibra, tiene muchas
propiedades. La mandioca, el maíz y el poroto que son los alimentos básicos del
pueblo guaraní, tienen muchísima fibra. Por ejemplo, nosotros nunca hemos
conocido casos de cáncer de colon, el cáncer es una enfermedad reciente para
nosotros.
Evidentemente esa traslación en los métodos alimenticios, en la musicalidad, la vestimenta, pero fundamentalmente el medio ambiente que nos rodea también tiene que ver con el espíritu del guaraní, esa reencarnación espiritual es la que influye sobre la persona en su vida, todo el mundo desde niño tiene inclinación a hacer algo, definido como vocación. La vocación nace de un estado espiritual, es un aspecto del espíritu, que después se plasma en estado material. Entonces esa reencarnación del espíritu guaraní es la causa fundamental por la que la cultura se mantiene, es la raíz."
Ignacio Baéz
Fuente: Guaraní Reko
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