Se jugaba con cuatro huesos chatos y
alargados. El allél era un trozo del hueso hioides ubicado en la parte de atrás
de la lengua de las vacas), lo gastaban hasta que medía unos 7 x 1,5 cm,
de un lado quedaba blanco y del otro le pintaban líneas negras. Cada uno de
ellos tenía una cara lisa y la otra pintada con líneas negras.
Dos parejas arrojaban por turno los
huesos sobre un cuero de vaca y sumaban puntos según como hayan caído.
Generalmente se jugaba entre dos hombres y dos mujeres "ellas contra
ellos".
Ganaba el equipo que llegara primero a 25, 50, o el puntaje acordado
previamente.
Fuente: Mi Sala Amarilla
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