Caciques de Las
Vertientes y Kilómetro 2 pasaron una semana en Salta. No los recibió nadie. La
escuela debía restaurarse en 2 años con una inversión de $1.400.020. No
hicieron nada.
A pesar de que la
"inclusión" de los pueblos aborígenes es uno de los conceptos más
frecuentemente invocados en los medios de comunicación y entre las
organizaciones con supuestas inquietudes ambientales y sociales, las
comunidades wichis de Las Vertientes y Kilómetro 2, en cercanías de Santa
Victoria y del río Pilcomayo, carecen de luz, agua potable, un centro sanitario
que funcione y de una escuela.
Los tres caciques de la Misión Las Vertientes |
Tres caciques de
Misión Las Vertientes, Pepe Sandoval, Timoteo Ñato y Ubaldino Ceballos, y el de
Kilómetro 2, Martín Vidal, pasaron la semana en la ciudad de Salta y se fueron
con las manos vacías. No lograron que los recibiera ni siquiera un secretario
con poder de decisión para escucharlos y darles una respuesta. A pesar de que
la provincia creó un Ministerio de Asuntos Indígenas y Desarrollo Comunitario,
su flamante titular, Luis Gómez Almarás, no les concedió audiencia y ni
siquiera lo hizo el secretario Enrique Rojo. Tampoco tuvieron respuesta alguna
del Ministerio de Educación, a pesar de que la escuela de Las Vertientes,
licitada y concesionada hace dos años y medio, sigue destruida debido a una
inundación ocurrida durante el primer mandato de Juan Manuel Urtubey.
Los dirigentes wichis
tienen una jerarquía que podría equipararse a la de un intendente, pero a
diferencia de los funcionarios, no tienen caja ni viáticos. Vinieron a Salta
como pudieron y se volvieron a su pago gracias a la buena voluntad de terceros.
Ni siquiera el senador Mashur Lapad se ocupó de conseguirles, al menos, los
pasajes en ómnibus.
El panorama que
describen es desolador.
Sandoval manifestó
"preocupación e indignación" porque en Las Vertientes no hay energía
eléctrica. Allí viven 90 familias, muy numerosas, y el compromiso oficial del
Gobierno de llevar luz no solo no se ha cumplido. Es inminente la construcción
de un tendido de alta tensión entre Misión La Paz y Pozo Hondo, en el
departamento Boquerón, de Paraguay, para exportar electricidad en virtud de un
promocionado acuerdo. Sin embargo, hace ya siete meses, el Ente Regulador, con
la firma del gerente Antonio García, se desentendió y nadie del Gobierno se
hace cargo de la promesa.
Los wichis parecen
condenados a ver pasar los cables por el costado.
El cacique Timoteo
Ñato se refirió a la situación de la escuela 4.199, de Las Vertientes.
Construida en 1978, contaba con dos aulas para unos 200 niños. Tiene designados
un maestro primario y uno de nivel inicial. El que debía asumir en diciembre,
cuando vio el estado del edificio, desistió.
Lo notable es que el
16 de julio de 2013, el Ministerio de Hacienda y Finanzas por entonces
encabezado por Carlos Parodi, anunció la apertura de sobres para la refacción
general y ampliación de la escuela. El acto fue encabezado por el secretario de
Obras Públicas, Sergio Zorpudes y la empresa Garín fue la oferente. La escuela
debía estar en funcionamiento en marzo de 2014.
La deteriorada escuela que restaurarían en el año 2.014 |
Por suerte no llegó el
aedes.
En Kilómetro 2 no hay
una gota de agua. Aprovechando el goteo de una manguera que lleva el líquido a
Santa Victoria Este, la comunidad junta de noche pequeñas cantidades que nunca
son suficientes para 700 personas. El cacique Martín Vidal asegura que la
intendencia de Santa Victoria, a cargo de Moisés Balderrama, les cobra 500
pesos para llevarles una cisterna. Una fortuna para ellos; una propina para el
presupuesto municipal.
Lo que hace falta son
pozos en condiciones.
En ambas comunidades,
la asistencia sanitaria es nula. Los puestos sanitarios son taperas, y, según
describió Ubaldino Ceballos, “no hay enfermeros en forma permanente, no hay
médico, no hay ambulancia ni medicamentos”. En este punto, es importante
recalcar que el Gobierno asegura que su mérito es “haber visibilizado un
problema que se mantenía oculto”. Los caciques creen que la solución es otra y
que la atención sanitaria hoy es mucho peor que en el pasado.
“Menos mal que el
mosquito del dengue, zika y chikungunya no se apareció todavía”, dicen.
Fuente: El Tribuno 20
de Febrero de 2.016
http://www.eltribuno.info/los-wichis-tienen-ministro-pero-les-falta-agua-luz-salud-y-escuela-n675790
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