Cuando hablamos de logros matemáticos en Mesoamérica, es común pensar en los mayas y su famoso uso del cero.
Pero mucho antes de ellos, en las tierras bajas del Golfo de México, una civilización ya estaba sembrando las bases del pensamiento numérico mesoamericano: los olmecas, la cultura madre.
Sabiduría Numérica Ancestral
Los olmecas florecieron entre 1500 a.C. y 400 a.C., y aunque sus registros escritos son escasos, su legado matemático es profundo:
Sistema vigesimal (base 20):
Los olmecas ya utilizaban este sistema, el mismo que luego perfeccionarían los mayas. Era ideal para el conteo astronómico, calendarios y comercio.
El “cero implícito”:
Aunque no se ha encontrado un símbolo olmeca explícito para el cero, su uso del vacío o la ausencia en contextos calendáricos sugiere una comprensión conceptual del “nada”, lo cual es revolucionario para la época.
Puntos y barras:
Los olmecas ya usaban símbolos numéricos similares a los que más tarde aparecerían en la escritura maya. Algunos glifos muestran la contabilidad de días y ciclos cósmicos.
Más Allá del Conteo: Matemática Aplicada

Las cabezas colosales y plataformas monumentales olmecas revelan proporciones geométricas precisas. Su arquitectura sugiere el uso de unidades de medida estandarizadas.
Ciclos calendáricos:
Hay evidencia de un conteo de 260 días, posiblemente un precursor del Tzolk’in maya, lo que indicaría una noción avanzada de tiempo cíclico.

Algunas construcciones olmecas están alineadas con solsticios y equinoccios, señal de que dominaban observaciones astronómicas con base matemática.
Olmecas: Pilares del Saber Americano
¿Por qué es esto tan importante?
Porque nos recuerda que las matemáticas no nacieron solo en Sumeria, Egipto o la India.
En América, ya desde tiempos remotos, los olmecas cultivaban un pensamiento numérico sofisticado, simbólico y astronómico.
Sin ellos, los calendarios mayas, los códices mexicas y las ciudades-estrella de Teotihuacán no habrían sido posibles.
Los olmecas no solo tallaron piedra... tallaron también los números del tiempo eterno.
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