Los Incas y la Ciudad que Tocaba el Cielo: Machu Picchu, el Santuario del Sol
Oculta entre montañas imposibles y nieblas eternas, Machu Picchu fue más que una ciudad: fue un santuario astronómico, espiritual y político donde los incas rendían culto al Inti, el dios Sol.
Sus muros encajan con precisión milimétrica sin mortero, como si fueran esculpidos por gigantes o con ayuda de conocimientos perdidos. Cada estructura está alineada con los solsticios, las constelaciones y los cerros sagrados (apus). No era una fortaleza ni una residencia común: era un punto de conexión entre la Tierra y el cosmos.
Aún hoy, los sabios andinos aseguran que Machu Picchu es un centro energético vivo, donde el espíritu puede elevarse y el tiempo se disuelve. Un legado que sigue hablando en piedras y estrellas.
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