Los verdaderos lujos...
Son esos momentos en los que el tiempo se detiene: una buena conversación que alimenta el alma, una tarde sin prisas, una risa compartida, el silencio cómodo entre dos personas que se entienden.
En un mundo que corre, disfrutar sin apuro es un acto de lujo.
Valora lo que no tiene precio. Ahí está la verdadera riqueza.
Son esos momentos en los que el tiempo se detiene: una buena conversación que alimenta el alma, una tarde sin prisas, una risa compartida, el silencio cómodo entre dos personas que se entienden.
En un mundo que corre, disfrutar sin apuro es un acto de lujo.
Valora lo que no tiene precio. Ahí está la verdadera riqueza.
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