Momento para agradecer
La celebración del año nuevo guaraní “es un preparativo más para el buen vivir. Se agradece a Dios por la vida, por la cosecha y se pide también por las próximas plantaciones”, explicó.
Al tener un fuerte componente espiritual, uno de los ejes centrales de la ceremonia es la bendición de las semillas, las ramas y las primeras frutas del monte. Este ritual, según explicó Ramos, se hace con agua, con brotes, con cáscara de cedro y la pluma de loro. También se hacen velas con cera de yateí (abeja) que los hombres recogen en el monte y se prepara un tatá pyahú (fuego nuevo) con la varilla de la hoja de pindó que sirve para los fogones de las casas y también tiene el sentido de que “todo vuelve a renovarse”.
A pesar de que se bendicen todos los frutos y semillas, la del maíz es la más destacada por los guaraníes en esta celebración. Por ello, es la única que se sacraliza en el Opy (templo).
“Para nosotros el maíz tiene un significado espiritual fundamental porque según nuestros abuelos, fue el maíz con el que se alimentó a mujeres y hombres”. De ahí su nombre ‘avachi’. “’Ava’ significa hombre, y ‘chi’, pedazo del hombre”.
Bautismo
Además de las semillas, durante la celebración se bendice a los hombres, mujeres, niños y animales. También es tiempo de bautismo: “en esos días, los niños y niñas de las comunidades recibirán sus nombres verdaderos, sus mbya”.
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