Ocurrió en 1815, cuando el Uruguay todavía no era país, ni se llamaba así.
En nombre del pueblo alzado, José Artigas expropió las tierras de los malos europeos y peores americanos, y mandó que se repartieran.
Fue la primera reforma agraria de América, medio siglo antes que Lincoln y un siglo antes que Emiliano Zapata.
Proyecto criminal, clamaron los ofendidos, y para colmo, Artigas advirtió:
—Los más infelices serán los más privilegiados.
Cinco años después, Artigas, derrotado, marchó al exilio, y en el exilio murió.
Las tierras repartidas fueron arrebatadas a los más infelices, pero la voz de los vencidos sigue diciendo, misteriosamente: —Naides es más que naides.
Fuente: Los hijos de los días - Eduardo Galeano
No hay comentarios:
Publicar un comentario