El amor no conoce complejidad; es muy simple. La persona sin amor es muy compleja. La persona sin amor está en una especie de confusión y caos. La persona amorosa es inocente.
El amor lo hace a uno sincero, auténtico; y lo sincero y lo auténtico no tiene por qué ser complejo. Solo las mentiras son complejas; la verdad es simple. Si hablas una mentira, tendrás que hablar mil y una más para protegerla; no tiene fin.
Pero la verdad es muy simple. No necesita protección, no necesita pruebas, no necesita esconderse. No necesita astucia, ni cálculos. Con la verdad uno puede ser tan abierto como el cielo. Y el amor es la mayor verdad de la vida. Ama y encontrarás que la verdad y la simplicidad vienen por sí mismas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario