Una lengua es una representación de la vida cotidiana, alentar su uso y difusión es una manera de crear espacios para su revitalización.
La lengua va más allá de la mera transmisión de palabras: nos conecta con nuestro origen, y es un instrumento de poder y negociación.
Las lenguas cumplen una función comunicativa y que, como tal, deben considerarse clave de los ámbitos público y privado.
El libro, la oralidad y la posibilidad de escribir, desde las múltiples y variadas formas que se hacen necesarias en lenguas indígenas, deben estar al alcance de todos, pues leer, escribir y expresarse es un derecho cultural.
La importancia de permanecer en el propio idioma implica ser críticos y autocríticos y permite aprender a pensar dualmente por vivir en lengua indígena y en español y conforma una ciudadanía multilingüe.
Trabajar como equipos interculturales, crear espacios de diálogo y dignificación de la lengua.
La oralidad y la escritura son procesos distintos de manifestación de una cultura. Una no implica una forma más avanzada de la otra.
Fernando Nava. UNAM (Universidad Nacional de México).
Compartido por Osvaldo Cipolloni.
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