En el libro Tupac Yupanqui, descubridor de Oceanía, el fallecido historiador reunió 30 pruebas que confirmarían esta teoría |
Escrito por: Diego
Suarez Bolesman
Con tan solo 25 años
emprendió un viaje que lo llevaría a distintas islas de la Polinesia
En el libro “Túpac
Yupanqui. Descubridor de Oceanía", el fallecido historiador José Antonio
del Busto reunió 30 pruebas que confirmarían esta teoría.
El interés de los
peruanos por Oceanía no arrancó esta semana por el partido de fútbol que nos
espera contra Nueva Zelanda. En realidad comenzó con los incas, aunque suene
jalado de los pelos.
Alrededor de 1465,
antes de que Cristóbal Colón llegara a América (1492), el entonces ‘hatun
auqui’ (príncipe conquistador) Túpac Yupanqui –quien luego se convertiría en el
décimo gobernante de la civilización inca– emprendía una expedición a las actuales
islas de la Polinesia –una de las subregiones de Oceanía–. La misión prometía
oro, así como encontrar nuevas especies de animales y plantas que podrían
resultar útiles para el imperio. Tenía tan solo 25 años.
“Él [Túpac Yupanqui]
era un hombre que no había tenido nada que ver con el mar hasta que lo conoció
cuando conquistó el golfo de Guayaquil [Ecuador], y descubrió las balsas. [...]
Y siguiendo además las corrientes y los vientos, entendió que estas podían
llegar a cualquier parte”, le dijo hace unos años a El Comercio el fallecido
historiador José Antonio del Busto, autor del libro “Túpac Yupanqui.
Descubridor de Oceanía” –que reúne 30 pruebas que confirmarían la veracidad de
esta teoría–.
—El explorador—
Túpac Yupanqui
–aseguraba Del Busto– conquistó más que Alejandro Magno. Y luego de obtener el
control de la isla Puná (Ecuador), a la que llegó en balsa, recibió noticias de
la existencia de dos islas lejanas que albergaban una gran variedad de
recursos: Auachumbi y Ninachumbi. Los cronistas Pedro Sarmiento de Gamboa,
Martín de Murúa y Miguel Cabello de Balboa –que vivieron en el virreinato del
Perú en el siglo XVI– coinciden con este relato.
Con 120
embarcaciones y 2.000 hombres, el joven príncipe –de acuerdo con la teoría que
rescata Del Busto– inició su aventura a estas dos islas, que se tratarían de
Mangareva y Rapa Nui (Isla de Pascua). También llegaría a Nuku Hiva, en el
archipiélago de Las Marquesas.
¿Pero cuáles son los
indicios que apoyan esta propuesta? En primer lugar, las crónicas indican que
tras su viaje, el príncipe inca no solo trajo consigo oro, plata, esmeraldas y
animales raros, sino también esclavos negros.
Al no haber registro
de exploraciones de Túpac Yupanqui a África, Del Busto aseguraba que se trataba
de esclavos de Melanesia –otra subregión de Oceanía– que se encontraban en las
islas mencionadas. Asimismo, en Nuku Hiva se hallaron quipus –herramienta para
llevar la contabilidad–, conocidos en aquel lugar como quipona.
—El rey Tupa—
Para Joseph Dager,
profesor de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya y estudiante de Del Busto,
entre los varios indicios que recogió su profesor acerca de la presencia inca
en Oceanía, hay dos que predominan. El primero es la leyenda del rey Tupa, que
hasta la fecha se mantiene en la isla de Mangareva. El relato habla de la
llegada de este personaje en una flota de pae pae, balsa a vela con doble
mástil, y que deslumbró a los nativos con la cerámica, pues era un mundo
precerámico; los metales, porque los lugareños estaban en la edad de la piedra,
y la textilería. Cabe resaltar que en dicho lugar existe la danza del rey Tupa.
El segundo indicio
importante está en Rapa Nui, que alberga una construcción con características
incaicas llamada Vinapú.
“Es una construcción
en la que ponen piedra sobre piedra, y entre estas no puede entrar ni un clavo.
Esta técnica se ve en las ciudades incaicas del Cusco”, señala Dager.
En este lugar, del
mismo modo que en Mangareva, existe un personaje legendario bautizado como
Mahuna-te Ra’á, que se traduce como “hijo del Sol”. Para Del busto era una
referencia del príncipe inca. Se apoyaba también en la existencia de palabras
quechuas en Rapa Nui. Por ejemplo, el tocado que tienen en la cabeza los
famosos monolitos de la isla se llaman puka, que en quechua significa rojo. Hay
también indicios de viajes entre Moquegua y Pascua.
—La misión a
Australia que salió del Callao—
Entre las primeras
exploraciones occidentales registradas a Australia, hay una que salió del
puerto del Callao en 1605. La misión fue comandada por Luis Vaz de Torres,
navegante hispano portugués. Atravesó el estrecho entre Australia y Nueva
Guinea, que ahora lleva su nombre.
En el San Pedrico,
una embarcación de 40 toneladas, recorrió por tres meses las costas
australianas. Durante más de 2 meses, los españoles navegaron a lo largo de la
costa de Nueva Guinea, que reclamaron para Felipe III, lucharon con los nativos
y capturaron algunos. El 22 de mayo de 1607, Torres llegó a Manila, capital de
Filipinas, donde desapareció de la historia, según el diccionario australiano
de biografía.
Fuente: El Comercio
(Perú) – 17 de Octubre de 2.017
Y pudiera ser que la historia de un giro? Que de dondo hemos aprendido atravez de la educacion. Que nuestro continente fue se puede decir descubierto entre comillas. Y que posiblemente aventureros nativos del continente americano hayan emprendido aventura hacia otras regiones mas alla de las grandes aguas. Muchos cientos de años antes de lo que tenemos como registros actuales. El otro dia le mencione. En su naturaleza libre ellos cuidan y mantienen a salvo la tabla original. V
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