Las comunidades originarias de la lengua Tikuna que integran este
grupo nativo, situado en la Amazonia entre Colombia, Brasil y Perú, emplean
verbos para puntualizar si un objeto o individuo es, por ejemplo, “grandioso”,
“rojo”, “azul”, “bello” o “pequeño”.
Según reseñó el diario El Espectador, si se acercara al idioma
español, en Tikuna se expresaría “mi calzado que negrea” para describir “mi
zapato es negro”, “la compañera que bonitea” para explicar que “la novia es
guapa”, o “mi pariente que chiquitea” para indicar “mi primo es pequeño”. Los
teóricos y especialistas de la lingüística manifestaron que esta es una
característica de ciertos idiomas orientales (asiáticos) como el chino
mandarín, el coreano, el tailandés y el vietnamita. De igual forma se trata de
una particularidad común en muchas lenguas nativas de América.
A discrepancia de lo que ocurre en el español o el idioma inglés,
en el Tikuna los calificativos no marchan como palabras autónomas, explicó
María Emilia Montes, catedrática integrante del Departamento de Lingüística de
la Universidad Nacional de Colombia (U.N.).
Otras lenguas nativas colombianas van aún más lejos. Por
colocar una muestra, en el idioma Nasa Yuwe (conversado por la comunidad nasa)
o en el Huitoto (comunidades originarios del territorio de Amazonas) no existe
una separación entre sustantivos y vocablos, es decir, términos que se
traducirían textualmente como “cas-ea” o “mujer-ea” semejarían en español a
expresar “esto es una vivienda” y “yo soy una señora”, respectivamente.
La científica señaló que estas investigaciones en referencia a la
gramática conceden insumos para impulsar la educación, redención y
revitalización de estas lenguas.
Se habla en la frontera
Hoy por hoy el Tikuna es conversado por unas cuarenta mil personas
en el área fronteriza entre las Repúblicas de Brasil, Perú y Colombia, en este
último por ocho mil nativos, aproximadamente. “En el entorno nativo ésta
representa una cifra respectivamente grande, pero es necesario tener cuidado:
en Perú y en Brasil se ampara y simpatiza con el español o el portugués, pero
en la nación de Colombia se está al corriente que muchos infantes han dejado de
lado la lengua nativa y únicamente la oyen de sus padres o abuelos”, comentó la
docente.
Fuentes
Segundo Enfoque – 3 de Marzo de 2.017, escrito por Patricia Arnone
El Espectador
No hay comentarios:
Publicar un comentario