¿Qué se esconde tras esta mundialmente
conocida pero polémica foto?
Kevin Carter, autor de esta fotografía
que fue publicada en The New York Times, se suicidó semanas después de
ganar el premio Pulitzer en 1994. La opinión pública entendió la foto
como una alegoría de lo que sucedía en Sudán: Kong era el problema del hambre y
la pobreza, el buitre era el capitalismo y Carter era la indiferencia del resto
de la sociedad. La crítica se cernió contra él e intentó justificarse, alegando
que el niño estaba muriendo y que la tribu se encontraba a unos 20 metros de
ella y que el animal esperaba su ración de comida.
Este chico que, por aquel entonces tenía
32 años, visitó en avioneta la aldea sudanesa de Ayod en 1993 para denunciar
la hambruna y la guerra que sufría el país y su fotografía es, sin
duda, el icono más representativo del hambre en el continente africano.
Del mito a la realidad
– Siempre se dijo que había sido una
niña, pero era un niño, y se llamaba Kong Nyong;
– El niño no estaba moribundo, estaba
defecando como consecuencia de las diarreas que padecía;
– Además, llevaba en su mano derecha una
pulsera de plástico correspondiente a una estación de comida de la ONU que lo
identificaba como T3, es decir, como enfermo de malnutrición severa. El 3 es
porque fue el tercero en recibir la ayuda en el centro;
-El buitre simplemente estaba merodeando
la zona, no acechando al niño;
-Kong Nyong no murió en ese momento,
sino muchos años después, en 2007, por unas fiebres.
Se apunta a que otros factores
personales también influirían en la decisión radical de Carter de quitarse la
vida pero la inmensa presión social acusándole de ser un carroñero
vendido por una simple foto que no ayudó a “esa niña” y solo se
aprovechó de su desgracia para obtener fama, sin duda, debió ser un elemento
muy importante en esa decisión.
Tras la publicación de la fotografía
Carter pasó de reportero a fotógrafo de naturaleza. Sufrió dos duros golpes: por un
lado, la presión de la crítica y, por otro, el asesinato de su amigo Ken
Oosterbroek el 18 de abril de 1994, mientras cubría un tiroteo en Tokoza,
Johannesburgo. Se dice que años antes intentó suicidarse, que fumaba white
pipe —una mezcla de marihuana, metacualona y barbitúricos—, que tenía
graves problemas familiares y una personalidad algo desordenada —perdía
sus carretes en aviones y aeropuertos—, que era depresivo y que tenía una vida
caótica, con un sinfín de experiencias trágicas.
Para los aficionados de Carter no se
pierdan la recomendación que hace Irene Pérez Arce en los comentarios acerca de
la película “Bang Bang Club”. Kevin Carter, Ken Oosterbroek,
Greg Marinovich y Joao Silva formaron en la década de los 90 el denominado
Bang-Bang Club.
Con este nombre se conoció al grupo de
fotógrafos que cubrió los violentos incidentes que acompañaron al movimiento de
liberación de la raza negra en Sudáfrica: la lucha contra el Apartheid.
Fuente>Muhimu
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