El uso cotidiano de términos prehispánicos en México es mucho más común de lo que imaginamos.
Seamos o no conscientes de ello, en México el español está colmado de palabras de origen prehispánico. Una buena parte de estos términos que utilizamos cotidianamente provienen del náhuatl (nominados también como nahuatlismos) lengua dominante en el vasto imperio azteca y que, por lo mismo, se extendió por múltiples rincones del país en ese entonces.
El náhuatl, en sus numerosas variantes, es hoy hablado por más de un millón y medio de mexicanos. Se trata de una lengua particularmente estética y rica, y que sorpresivamente ha mantenido particular vigencia a lo largo de más de cinco siglos posteriores a la conquista.
Compartimos una lista de palabras de origen prehispánico que son utilizadas en el día a día por millones mexicanos, algunas de la cuales han sido adoptadas por otros países de habla hispana o incluso universalmente (por ejemplo “chocolate”).
Acapulco: Proviene de acatl (carrizo o caña), poloa (destruir) y co (lugar), y que en conjunto significa algo así como “sitio donde se destruyeron los carrizos”.
Achichincle: Deriva del náhuatl achichincle (el que chupa agua); chichinqui (que chupa) atl (agua). Su aplicación entre los indígenas y españoles con respecto al trabajo inició para referirse a la persona encargada de sacar el agua emanada de los manantiales de las minas; luego mutó culturalmente para aplicarse a cualquier persona que ayuda a otra en una labor.
Aguacate: de ahuacatl, que significa testículo (en alusión a la forma que tiene).
Apapachar: Algo sucede cuando queremos dar amor que el primer impulso es una búsqueda por asir al otro. Apapachar viene del náhuatl patzoa que significa apretar.
Cacahuate: Del náhuatl tlalcacahuatl, y este de tlalli, “tierra, suelo”, y cacahuatl, “cacao”
Canica: En el juego prehispánico de canicas el niño que verificaba cuál había sido la canica que había quedado más cerca del agujero, decía la frase ca, nican nican (que significa aquí estoy). Se cree que el nombre del juego viene de esta alusión.
Cenote: Viene del maya dzonoot que significa hoyo de agua.
Chapopote: Del náhuatl chapopotli, cuyas raíces se dividen en tzacutli, engrudo, y popochtli, perfume. Es usado como un sinónimo del asfalto.
Chicle: Esta resina pegajosa con la que se elabora la goma de mascar tiene su origen en el náhuatl chictili.
Chile: Del náhuatl chilli.
Chipote: A la hinchazón y coloración producida por un golpe en náuatl era conocida como xipotl, que a su vez era el acotamiento de la palabra xixipochtic.
Chocolate: Aunque hay al menos un par de versiones en torno a la raíz de esta palabra, la más común apunta a que proviene del término náhuatl xocoatl (agua amarga); xoco (amargo) y atl (agua).
Comal: Este objeto usado tan tradicionalmente en la cocina para cocción o freír alimentos viene del náhuatl comalli.
Coyote: De coyotl.
Cuate: Del náhuatl cóatl que significa mellizo.
Escuincle: Del náhuatl itzcuintli (perro sin pelo). Aunque es usada para nombrar despectivamente a un niño, generalmente en tono de regaño, en realidad esta palabra viene del perro xoloescuintle.
Guachinango / Huachinango: Este es un pez de arrecife encontrado en las costas de los oceános Atlántico y Pacífico. La palabra viene del náhuatl cuachilnácatl, carne roja.
Hule: Los aztecas llamaban ulli a la goma que venía del árbol llamado ulquahuill. Con este material hacían pelotas e incluso tejidos impermeables.
Jícara: Empleada actualmente para tomar por ejemplo el delicioso pozol. Su nombre viene de xicalii (vaso hecho de calabaza).
Jocoque: Esta delicia a base de leche fermentada toma su nombre de un significado azteca. Viene del náhuatl xococ que significa ácido, agrio o amargo.
Mitote: Para hacer referencia a una fiesta pero también a un tumulto curioso o problema, viene de las palabras náhuatl mitotiqui (danzante) y de itotia (bailar).
Olote: Se trata de lo que queda del elote cuando es desgranado. Su origen es muy lindo, viene del náhuatl olotl, que significa corazón.
Papalote: Viene del náhuatl papalotl que significa mariposa.
Pepenar: Del náhuatl pepena. Usada para la acción de alzar o de rebuscar.
Popote: Del náhuatl popotili (paja). Es el tallo hueco de las gramíneas, una vez secado y separado del fruto.
Tocayo: Usada para designar a una persona llamada igual que otra; viene de tocaitl (sobrenombre o fama).
Zacate: De zacatl (pasto, hierba, forraje).
Fuente: Más de México
https://masdemx.com/2016/02/glosario-de-palabras-prehispanicas-que-usamos-cotidianamente/?fbclid=IwAR3-lA3UoYXmpQFXl0JSvArMfzsB3uZYlsdtliTsQABLouCQjfnW3sm0AIs
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