El mes de Julio, Argentina celebra el Bicentenario
de la Independencia. El expresidente de la Academia Nacional de la Historia por
tres períodos, el historiador Miguel Ángel De Marco encabezó la tarea de
reconstruir la vida cotidiana en la época de la Independencia.
¿Cómo se vivía hace 200 años, cómo eran las
relaciones entre las familias, qué se comía? ¿Qué rol tenían las mujeres?
De Marco cuenta aquí algunos pormenores que fueron
desentrañados por él y sus colaboradores, los historiadores Ariel Eiris y
Virginia Laporta.
¿Qué rasgos de la vida cotidiana de 1816 llegaron a nuestros días?
Mientras en una megalópolis como Buenos Aires la
vida cotidiana se desenvuelve a un ritmo condicionado por un medio
frecuentemente hostil, en las ciudades y pueblos del interior se conservan con
mucha nitidez ciertos rasgos de hace doscientos años. Se duerme la siesta, se
realizan reuniones familiares prolongadas, se participa en las procesiones
religiosas. Sin embargo, hay un rito que proviene desde varios siglos atrás y
sobrevive intacto en todo el territorio argentino: el mate.
¿Cuáles son los rasgos cotidianos que más han costado reconstruir a los
historiadores?
Los que se refieren a la vida íntima, a lo que ocurría
puertas adentro de las casas. De todas maneras, hay documentos que permiten
aproximaciones. Los historiadores, por más que dediquemos nuestras vidas a la
reconstrucción del pasado, sólo lograremos conocer una pequeña parte de él pues
ni los documentos oficiales, ni las cartas íntimas, que sin duda ofrecen
detalles valiosos, ni los expedientes judiciales, donde muchas veces se
desnudan intereses, permiten llenar espacios recónditos que sólo conocieron los
protagonistas.
¿Cuáles eran los niveles de higiene de aquellos tiempos?
Considerados desde la óptima de hoy, bajísimos. La
gente no le prestaba demasiada importancia. Bastaba con lavarse (y no siempre)
las manos y otras partes del cuerpo. Las dificultades para obtener agua, que
eran muchas, no pesaban demasiado porque el hábito del baño era casi
inexistente.
¿Cómo se cocinaba en las ciudades y en las zonas rurales?
En las casas más adineradas de las ciudades, la
variedad de productos para la cocina era amplia y exigía mayor destreza para
prepararlos. Era una tarea que no se solía delegar al personal doméstico sino
que se reservaba la señora de la casa. En el ámbito rural, existían poquísimos
productos de huerta y el alimento corriente era la carne. Los gauchos y los
hacendados asaban un trozo de carne y la acompañaban con vino carlón o mates.
El pan era un artículo de lujo, y pocos contaban con harina y hornos para
prepararlo por lo que, cuando podían, consumían galleta, que duraba más.
¿Qué rol tenía la mujer en la sociedad y en la política?
Su papel era extremadamente importante. Fuesen
“patriotas” o “realistas”, eran sumamente apasionadas. Además sabían luchar por
sus ideas y sus amores, aun oponiéndose a la rígida estructura de la sociedad.
¿Qué implicancias y qué valor tiene hoy la declaración de Independencia
de 1816?
Hace tiempo gran parte de los argentinos parece
haber dado la espalda a su propia historia. La instauración de un relato
oficial maniqueo, que se trasladó, salvo excepciones, a la enseñanza, convirtió
a las grandes gestas del país en referencias remotas y sin valor práctico, con
personajes estereotipados. De ahí que sea indispensable explicar la importancia
de ser independientes: el ejemplo de los que llevaron adelante un proceso
difícil, plagado de sacrificios y peligros, con el propósito de emanciparse de
toda dominación extranjera “en unión y libertad”, debería estar siempre
presente en la conciencia de la sociedad.
Fuente: Fans del Mate. 22 de Julio de 2.016.
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