Escrito: Esteban
Abad
El hecho se suele
simplificar o menospreciar cuando es necesario hablar de él, diciendo “es una
costumbre del litoral” o “es mito guaraní”. Sin embargo hasta los más
escépticos cuando agosto llega se incluyen en esa costumbre o mitomanía,
trasegando tres tragos o cucharadas de caña con ruda para “matar el bicho”.
En Misiones -mi
tierra adoptiva-, agosto es un mes fatídico. Muchos fallecimientos se producen
durante el octavo mes del año y se dice que la culpa es porque “julio los
prepara y agosto se los lleva”.
En la comunidad de
los escritores, agosto está precedido por la mala fama de atentar contra los
más conocidos literatos de esta provincia de manera tal que Alberto Szretter,
Víctor Verón, Daniel Stéfani, Fausto Zuliani, Marcial Toledo, entre otros,
fueron víctimas del sanbenito que cuelga sobre el mes en que, paradojalmente,
los lapachos florecen estallando en color en la selva y en los pueblos y
ciudades.
Es un anuncio en
colores de la primavera que el árbol que da la flor provincial hace en agosto,
preludio rosa lila de un septiembre luminoso y cálido.
Y por otra parte ese
dicho, “julio los prepara y agosto se los lleva”, hace que creyentes o
incrédulos, misioneros y recién venidos, inmigrantes o nacidos y criados en la
tierra colorada, en la primera semana de julio, preparan la pócima de la
subsistencia: caña brava con ruda macho.
“Una antigua
tradición del pueblo guaraní se vuelve a poner en práctica, como cada 1° de Agosto
para inmunizarse contra los males del cuerpo y del alma que puede traer el
‘Caraí’ (Señor) Agosto”, dice el diario virtual Mercedes Ya, provincia de
Buenos Aires.
Mito, superstición,
creencia popular, excusa para tomar unos tragos de algo diferente, “cosa de
indios”, bah, “dicen tantas cosas ya no saben qué decir”, no obstante el 1° de
Agosto cada mortal ingerirá la dosis que corresponde “para matar el
bicho”.
Reitero la frase
porque es común a todo el litoral no sólo a Misiones.
Significa que la
mezcla “ruda- caña” obrará en el organismo humano alejando o eliminando a todo
microbio (bicho), pernicioso. Ahí es cuando quien se interese en este proceder
irá descubriendo que existen antecedentes hasta en la mitología griega de la
ingestión de una bebida alcohólica en determinado mes y día como prevención
contra contagios y hasta de la muerte.
Por ello se diría
-porque además la ruda es una planta originaria de la India-, que el ritual del
1 de agosto “podría” haber sido traído por los conquistadores españoles y que
no es una costumbre local sino casi universal.
La cuestión es que
en julio almaceneros, kiosqueros, carniceros y todos los comerciantes en
Misiones, se muñen de botellas del brebaje para recibir a sus clientes con una
copita el 1 de agosto.
Los supermercados la
venden envasada -hay una destilería en Posadas que la produce-, algunos
folcloristas y organismos culturales organizan reuniones de vecinos y amigos
para degustar el acre sabor de la ruda macerada en el bravo espíritu de la
guaripola (1).
Respetar las dosis
En los mercados
conocidos como “placitas”, una suerte de “mercado de pulgas”, se puede hallar
la ruda fresca, recién cortada, la caña sin agregado de la planta o frascos con
caña con ruda lista para ingerir; tanto la hierba como los frascos de licor han
sido traídos desde Encarnación (Paraguay), por las villenas (2).
La dosis es, según
la licenciada Julia Norma Catalano, experta en el tema, “tres traguitos en
ayunas el 1 de agosto, en niños pequeños una gotita y en ancianos e hipertensos
reducir la dosis hasta un trago”.
Catalano nos cuenta
en su libro “Caña con ruda”, prologado por el autor de esta nota, que “hay
varias recetas para el preparo: la clásica sólo caña y ruda; otra es ruda con
güisqui en vez de caña y la más sofisticada, caña con ruda y el agregado de
canela y miel, esta última, preferida por las damas”.
Y si se olvidan el
lunes
También señala la
investigadora que “si acaso alguien olvidara la ingesta el 1 de agosto
exactamente, puede hacerlo el primer lunes subsiguiente; en este caso se puede
reforzar la dosis tomando nuevamente todos los lunes de agosto (este sería el
caso de un enfermo grave)”.
Mito o ritual, superstición
o costumbre popular, panacea o placebo, guaranítica o universal, “que las hay
las hay” y entonces convengamos que “lo que no mata engorda” y mantengamos la
tradición.
No vaya a ser que
mientras esperamos la tormenta de Santa Rosa (3) o comemos el pan de san
Cayetano (4), nos llegue por Facebook “¡falleció el abuelo Reginaldo! Parece
que no tomó la caña con ruda”. Y no olvidemos que son tres tragos no tres
botellas como el caso de doña Catalina B., en cuyas exequias se comentó “se
tomó una botella entera; creyó que se ponía en terapia intensiva”.
Lapachos florecidos
Mientras tanto no
odiemos tanto a agosto: miremos las calles y plazas misioneras ornadas de
lapachos rosados, amarillos o blancos y disfrutemos la fantástica coloración
que se nos brinda; amemos el agostino viento norte que puebla de barriletes
nuestro cielo, mientras pensamos como Ertivio Acosta “La tradición popular es
la única poseedora y constructora de la cultura de un pueblo, es el cable
conductor de costumbres ancestrales que dan características a nuestra forma de
vida”.
La tradición
El Museo del Hombre
Chaqueño de Resistencia señala en su página web: “El 1 de agosto se practica en
nuestra región uno de los rituales más significativos. Beber caña con ruda, en
tres tragos, como prevención a los males que el mes acarrea”. Y agrega
palabras de Ertivio Acosta, investigador ya fallecido, de su libro
Cultura Popular y Regional, editado por ese museo, obra en la que Acosta narra
los orígenes de esta vacuna folclórica: (…)
“La tradición
popular es la única poseedora y constructora de la cultura de un pueblo, es el
cable conductor de costumbres ancestrales que dan característica a nuestra
forma de vida. Es quien decide lo que va a perdurar en nuestras vivencias y lo
que debe desaparecer, y por sobre todas las cosas no puede ser dominada ni
dirigida, sólo puede ser sugerida. Es más, se diferencia de los otros aspectos
culturales porque sobrevive sin necesidad de que sea sustentada por
presupuestos gubernamentales ni comisiones de apoyo, sobrevive en el
sentimiento de la gente y de la característica que define nuestra región. Su
existencia enriquece el paisaje y nos define como argentinos. En esta tesitura
se halla una tradicional costumbre que en su devenir formo parte de la cultura
guaraní más antigua, y que nosotros en la actualidad la conocemos como caña con
ruda”.
Glosario
Guaripola (1):
Bebida blanca fuerte//Caña común- destilada del bagazo de la caña de
azúcar
Villenas (2) : Son
las llamadas “paseras”-, que practican el pase de frutas, verduras y otros
productos entre Encarnación y Posadas, haciendo de ello su medio de vida.
Tormenta de Santa
Rosa de Lima (3) Temporal que recuerda a la santa limeña (30 de agosto)
Pan de San Cayetano
(4) Festejos del 7 de agosto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario