En
los Andes y valles de tradición quechua, la salud y el bienestar de una persona
o pueblo está íntimamente ligado a su sentir, pensar, y actuar en relación a
los demás y a la Tierra.
Cuando una persona es bondadosa en su corazón, en su mente, y en su trabajo, esa persona está en AYNI con el mundo, y la vida lo reconoce dándole vigor y prosperidad.
Ayni significa reciprocidad: así como uno entrega uno recibe. Pero ojo que aquí existe una sutileza muy poderosa porque un corazón no es puro cuando entrega pensando en lo que va a recibir de vuelta. Es en la ayuda y devoción desinteresada e incondicional que uno acumula salud y solvencia espiritual.
Fuente: Escuela de los Cuatro Caminos
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