Desde 2005 hasta hoy, distintas
compañías en busca de oro intentaron afincarse en este lugar de 3500
habitantes, perola acción de los vecinos por cuidar el agua es intensa; días
atrás, lograron que la firma Midais levante su campamento
Al principio fue el agua. Hace
nueve años, los vecinos del departamento riojano de Famatina escucharon que la
compañía Barrick Gold necesitaba unos 1000 metros cúbicos de agua por día para
explotar oro en la mina La Mejicana. El caudal diario para la zona era de 750
metros cúbicos. "¿Qué vamos a hacer nosotros, entonces?", fue la duda
que atrapó a los pobladores.
Ese resultó el disparador para
que los vecinos empezaran a informarse sobre los riesgos de la minería a cielo
abierto. Y decidieron que no querían allí esa industria. Desde entonces,
lograron frenar cuatro proyectos mineros bajo un mismo lema: "El Famatina
no se toca" (ver aparte).
Con acampes, marchas,
encadenamientos, reparto de panfletos, videos, pintadas, murales y cortes de
ruta para impedirle el paso a la mina a funcionarios del Gobierno y
representantes de las empresas, lograron lo impensado: impedir los proyectos de
compañías como Barrick Gold, Osisko Mining Corporation, Shandong Gold y, días
atrás, el de la salteña Midais.
Los habitantes de las treinta
localidades que reciben el agua de Famatina son, en su mayoría, empleados
estatales que suman algunos ingresos extras con pequeños emprendimientos
agrícolas. Viven en un paraíso natural de cadenas montañosas que pasan del rojo
al marrón, y del verde al azul, mientras la luz va cambiando. Desde las
cumbres, bajan aguas de color amarillo por la carga de minerales. El conjunto,
a la vista, resulta una obra maestra de la naturaleza.
En la asamblea, donde conviven
distintos perfiles ideológicos, la mayoría son mujeres. Hay docentes que
hicieron una insistente tarea de concientización entre los más chicos. Está el
párroco Omar Quinteros, que desde su llegada no dudó en sumarse a la lucha. Al
igual que lo hizo el intendente saliente, Ismael Bordagaray. Para todos ellos
hubo costos: denuncias penales, menos tiempo personal, peleas familiares,
amenazas, suspensión de giro de fondos. Sin embargo, todos siguieron adelante.
Marcela Crabbe, asambleísta y
legisladora de Parlasur electa por Fuerza Cívica Riojana (radicales,
peronistas, macristas y massistas), dio el primer alerta mientras hacía un
curso para ayudante de geólogos que dictaba Minería provincial. "Hablan de
cianuro, de explosiones", comentó en un cumpleaños. Fue suficiente para
que el único cibercafé de la ciudad se convirtiera en un centro de reuniones.
Las mujeres comenzaron a dedicar
una hora diaria a hacer campaña casa por casa. "Hartamos con
información", recuerda Carina Díaz Moreno, otra asambleísta. Resolvieron
un corte de dos días porque pensaron que no les "iba a dar el
cuerpo". Finalmente, organizados con guardias, relevos y comidas, lo
mantuvieron dos años.
Desde entonces -con sólo algunos
intervalos de tranquilidad- la vida de buena parte de los 3500 habitantes de
Famatina y Chilecito pasa entre llamadas telefónicas, mensajes y marchas. Las
redes sociales, lógico, juegan un papel clave en la organización.
"Así es el día a día",
resume Carolina Suffich, otra de las líderes, mientras desde su trabajo chequea
si la salteña Midais está cumpliendo su compromiso de desmantelar el
campamento. Es la cuarta empresa que abandona en el intento. "Alguna vez
soñamos con el desarrollo de la mano de la producción minera -admite
Bordagaray-. Hasta que conocimos sus riesgos. Nuestra vida es el agua."
El cura Quinteros dice que
"conciencia y coincidencia" fueron los motores que les permitieron
sostener la resistencia durante los años. En febrero, él le dio al papa
Francisco la camiseta con la inscripción "Famatina no se toca".
Cuenta que la actitud del Papa legitimó su posición frente a este conflicto.
"Actuaba al borde de la ilegalidad. El anterior obispo envió veedores a
controlar si lo que yo hacía era correcto para un pastor", sostiene
Quinteros.
A su manera
"Los recursos son de la
gente, que debe decidir. No sólo es debatir el método de explotación; es más
que eso. El punto crucial es que siempre habrá una alteración del ambiente,
tenemos que ser conscientes de eso", dice el asambleísta Paulo
D'Alessandro.
Hace dos años, América se jubiló
como directora de escuela. Desde entonces, todos los jueves hace guardia en el
corte "de la dignidad", ese que mantuvieron los asambleístas contra
Osisko. "No veía las horas de poder dedicarle más tiempo", dice.
Roberto trabaja en Angulos, donde
está la última carpa de la asamblea. Cuando termina su jornada, pasa para dejar
allí leña y para hacer guardia dos días a la semana. Siempre hay mates y
tortilla. El dinero sale del bolsillo de los mismos asambleístas.
En La Rioja minería y política
andan de la mano. El actual gobernador Luis Beder Herrera impulsó la
destitución de Ángel Maza, ex secretario de Minería de Carlos Menem, por el
acuerdo que había con la Barrick. "Vamos a sacar una ley prohibiendo la
explotación a cielo abierto en la provincia", había prometido Beder
Herrera en campaña. Lo hizo, pero luego la derogó y rehabilitó esa modalidad de
producción. Oriundo del departamento de Famatina, hoy es mal recibido en esos
pagos. Hasta los alumnos de una escuela donde él había afirmado que la sierra
no se cedía ahora son asambleístas.
En la Cámara Argentina de
Empresarios Mineros aseguraron, días atrás, que "el cierre o suspensión de
cualquier proyecto en producción es para preocuparse". La entidad también
planteó que la minería sólo puede llevarse adelante en aquellos lugares donde
tiene licencia social. Y que, donde no la tiene, se tiene que trabajar de
manera activa para conseguirla. Para ello, sostuvo que propician e integran
mesas de diálogo sectoriales, como el Foro Social Argentino de Minería, que
cuenta con la participación de distintos actores sociales del ámbito académico,
científico, gremial, ambiental y empresarial coordinados por la Comisión
Nacional de Justicia y Paz.
A los asambleístas de Famatina
los llaman de Catamarca y de Jáchal para que cuenten su experiencia. Que
expliquen si hay una "receta" para lograr decidir sobre los recursos.
En esta zona, a 230 kilómetros de la capital riojana, hay un trípode complejo
de recrear: Iglesia, poder político y vecinos. Hay peleas, debates, enojos
temporales, pero en la emergencia todos vuelven a trabajar juntos.
"Tenemos esperanza de cuatro
años de paz", afirma Quinteros. Confía en que el gobernador electo, Sergio
Casas, actual vicegobernador que días atrás anunció que se desmantelará el
emprendimiento de Midais, mantenga la palabra que le dio al obispo Colombo: esa
que dice que sin acuerdo social y diálogo no habrá explotación minera.
Una persona pasa frente a uno de los murales con la leyenda "El Famatina no se toca" ubicado en la calle principal, en Famatina, el 5 de Noviembre de 2015. Foto: LA NACION / Diego Lima |
Cuáles fueron las compañías
rechazadas
Barrick Gold
La minera canadiense inició sus
tareas en La Rioja en 2005, con una inversión programada de 10 millones de
dólares. Al poco tiempo, la Legislatura sancionó una ley que prohibía la
actividad minera a cielo abierto donde se utilizara cianuro; el impulsor fue el
entonces vicegobernador a cargo del Poder Ejecutivo, Luis Beder Herrera. Los
asambleístas mantuvieron un corte casi dos años. En mayo de 2007 la empresa
comunicó que se retiraba.
Shandong Gold
La firma china intentó
de-sembarcar en 2010 y una vez más los asambleístas frenaron el proyecto.
Osisko Mining
La empresa canadiense suscribió
un convenio con el Gobierno para la exploración de la mina de Famatina en busca
de oro, en agosto de 2011; lo realizaría en sociedad con Energía y Minerales
Sociedad del Estado (EMSE). Prometían 2000 empleos en la primera etapa. El 2 de
enero de 2012, la comunidad cortó el acceso a la zona y 15.000 personas
marcharon frente a la Casa de Gobierno. El entendimiento fue prorrogado y en
julio de 2013 el contrato se rescindió al no lograr consenso social.
Midais
La compañía salteña, sin
experiencia en el rubro, firmó un acuerdo para explotar oro en Angulos, al lado
del río Blanco. En abril los asambleístas retomaron las protestas, que no se
diluyeron ante las afirmaciones del Gobierno de que la empresa iba a utilizar
un método de "minería aurífera en río seco", sin químicos, ni uso del
agua, ni explosivos. El martes se oficializó el desmantelamiento de la
iniciativa para preservar la "paz social".
Fuente: Diario La Nación (Buenos
Aires) Domingo 8 de Noviembre de 2015
Conocí esa zona.Una maravilla! Y un ejemplo ese pueblo luchador.
ResponderEliminarFelicitaciones a èsa gente, de la cual debièramos tomar ejemplo!!! No a la minerìa que contamina y agota los recursos hidricos.
ResponderEliminarSe defiende prioritariamente el recurso del agua, cualquiera sea la forma de explotaciones que afectan las sierras del sistema Famatina y, en tal sentido, no solo las megamineras sino los emprendiemientos productivos privados y la cría de ganado menor y mayor, conjuntamente con la sobreexplotación de hierbas medicinales, deberían ser controlados muy exhaustivamente porque esas actividades perjudican tanto el caudal como la calidad del agua que beneficia a la población toda, sugiero la creación de leyes o decretos que controlen y verifiquen esas actividades en el día a día y urgentemente.
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