El 22 de septiembre, con el equinoccio de primavera en el hemisferio sur, los pueblos andinos de países como Bolivia celebran el “Qoya Raymi Quilla”, una festividad ancestral de profundo significado agrícola y espiritual.
Esta celebración honra a la Madre Tierra y a la luna, marcando el inicio del ciclo femenino. Es un momento crucial en el calendario agrario, ya que simboliza el despertar de la tierra tras el reposo invernal y su preparación para recibir las semillas. Se trata de un ritual de renovación, gratitud y reciprocidad.
Durante esta época, las comunidades se reúnen para entonar cantos, danzas y realizar una serie de rituales destinados a honrar la fertilidad y asegurar una cosecha abundante. Entre las prácticas más comunes se encuentran:
• Ayni (ofrendas preparadas por Amawt’as): Pagos a la Tierra utilizando hojas de coca, semillas y frutos, como acto de reciprocidad para nutrir a la Pachamama.
• Rituales de purificación: Se realizan sahumerios con hierbas aromáticas para limpiar energéticamente los campos, los animales y los hogares.
• Música, danza y comunalidad: La festividad es acompañada por música autóctona, danzas tradicionales y el compartir de alimentos en comunidad, fortaleciendo los lazos sociales y la identidad cultural.
En esencia, el “Qoya Raymi Quilla” no es solo una fiesta, sino una filosofía de vida. Es un momento para recordar el rol fundamental de las mujeres en la comunidad y refleja la cosmovisión andina, en la cual el ser humano vive en armonía y en constante diálogo respetuoso con la naturaleza, reconociéndose como parte integral de un todo cíclico y sagrado.
Compartido por el espacio Interculturalidad e Infancias.
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