Un pájaro carpintero que se prepara para el invierno comienza encontrando un árbol muerto y haciendo meticulosamente agujeros para almacenar bellotas. Cada agujero está elaborado cuidadosamente; si es demasiado grande, otras aves pueden robar fácilmente las bellotas, y si es demasiado pequeño, las bellotas pueden romperse y estropearse. A finales del verano, el trabajo preciso del pájaro carpintero está completo. Las bellotas maduradas se colocan en los agujeros, con un solo gran tronco de árbol capaz de sostener alrededor de 50.000 bellotas, asegurando que el pájaro tiene suficiente comida para un invierno satisfactorio.
Créditos al increíble fotógrafo.
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