El mes de Mayo para el mundo andino representa, el inicio de un nuevo ciclo,
que está marcado por la constelación de la Cruz del Sur, que se encuentra en su
punto más alto y vertical en nuestro cielo, se encuentra en el cenit, esta
posición anuncia la época de la cosecha anuncia el inicio de un nuevo ciclo
vital.
La Cruz del Sur ha
sido reverenciada ancestralmente, ella ha sido la guía, el fundamento, y la regidora
del mundo andino, proporcionando el sentido de comunidad, de trabajo en grupo,
de coordinación, de colectividad, de reciprocidad, el hombre andino ha
organizado su sistema social observando esta hermosa constelación, que a su vez
era la guía para los caminantes del altiplano, marcando la dirección Sur y se
la puede observar más de 9 meses al año. Según su posición en la esfera
celeste, se determinaba diferentes épocas agrícolas.
Al ser la guía que
marca eternamente un punto en el cosmos, el sur, es rectora del hemisferio
austral, al igual como sucede con la estrella polar en el hemisferio boreal.
Este punto representa entonces el punto de conexión entre los 2 mundos, el
Hanan Pacha y el Kay Pacha, siendo así un puente, el que era venerado cuando su
eje mayor se yergue verticalmente sobre nosotros, justamente en los primeros
días del mayo, a la media noche.
Nuestros ancestros
subían a los Centros Astronómicos Ceremoniales o Wakas, ubicados en la cima de
las montañas, para su mejor observación y estudio, y para estar más cerca de su
influjo energético. Además, es el momento propicio para “potenciar” las
propiedades medicinales de las hierbas.
Mientras nos acercamos
a los días más oscuros del año, los pliegues entre mundos se tornan más
sutiles, activando vórtices y permitiendo mayor comunicación con los mundos que
no se ven.
Es el momento de
recordar a los ancestros, honrar su memoria, solicitar sus enseñanzas y
mensajes, el cielo está bajando a la tierra, y los seres humanos, llegamos a
ser los puentes para canalizar esta energía, puentes entre el cielo y la
tierra, los chakarunas, que se inician en esta época, que es previo a la
celebración de Iniciación con el Agua en Qoylloritti y previo al Solsticio de
Invierno, el gran Inti Raymi.
No perdamos la
oportunidad estos primeros días del mes de mayo de observar el cielo,
comunicarnos con las estrellas, con nuestros ancestros, recibir sus mensajes,
recibir sus señales, pedirles orientación, iniciarnos como chakarunas, y ser la
unión entre el cielo y la tierra.
Marcela Pantigozo
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