Oh, Gran Espíritu, hazme suficiente para mis
propias necesidades. Haz que me ocupe en todo momento de mis propios asuntos, y
que no pierda ocasión para refrenar la lengua.
Cuando me toque sufrir, haz que tome ejemplo de los buenos animales de raza y me retire a la soledad para llevar yo solo mi sufrimiento, sin atribular a los demás con mis quejas.
Ayúdame a vencer, si debo vencer; pero - y especialmente ésto, oh Gran Espíritu - si no está decretado que yo deba vencer, haz que sea por lo menos un buen perdedor.
Fuente: Guardianes Indios
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