Mi abuela solía decirme: Mija, cuídeseme mucho.
Báñese mija, la veo triste, un bañito con agua calientita le caerá bien, ande, usted sóla, apapachese el alma.
Póngale hierbitas, ellas son sabias, ellas son también abuelas.
Y si está triste, póngale manzanilla y hierbas de San Juan, ellas la van a acariciar.
Cuando esté ansiosa, póngale albahaca y unas ramas de lavanda y se me calmará.
me la van a relajar.
Si está con muina, póngale hierbabuena,
se me tranquilizará.
Cuando esté con miedo, póngale ruda,
me le va a acompañar el alma.
Ellas son sabias, ellas son medicina
para el alma, ellas son sus hierbas.
Mija, cuide su calor, en un corazón calientito no entra la tristeza, la ansiedad, la intranquilidad y el miedo.
Mijita, no se me olvide de cuidar su calor, apapache de vez en cuando su corazón...
Autor: Emilia Yolotzintli.
Compartido por Loli Recalde Sian
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