A las expresiones
realizadas días atrás por la funcionaria del Ministerio de Educación de la
Provincia, Lilian Prytz Nilsson, a cargo del Instituto de Políticas
Lingüísticas, respecto a la situación de la construcción que llevan adelante
actores locales de San Pedro para un proyecto de construcción de una “Escuela
bilingüe Intercultural Guaraní Yabotí” que no tiene autorización del organismo,
se suma ahora la posición pública de los representantes de tres comunidades
Mbyá Guaraní que tienen sus tierras en el Lote 8 y que “rechazan” la propuesta
ante la manera “inconsulta” e “impuesta” que no comparten.
Se trata de las
comunidades TekoáImá, KapiíVaté e Itaó Mirí, que son algunas de las más
antiguas y que lucharon por su territorialidad en el área de la Reserva, entre
los municipios de El Soberbio y San Pedro, que sostienen que nunca fueron
consultadas para la iniciativa. “No quieren la escuela, en principio,
porque nunca fueron consultados, pero además porque consideran que se
quiere imponer un sistema educativo en la reserva que no comparten para los
niños de la aldea”, aseveró en diálogo con ArgentinaForestal.com la coordinadora del
Equipo de Misiones de la Pastoral Aborigen (EMIPA), Kiki Ramirez.
De esta manera, lo
que para la mirada de un “no” indígena puede ser extraño o incompresible que se
rechace la ayuda –sea desde actores locales, ONG o del mismo Estado- para crear
una escuela rural para las comunidades de la zona, al tratarse de la
territorialidad de Pueblos Originarios y de un área ambiental con la categoría
de la Reserva de Biosfera Yabotí, deben cumplimentarse determinados pasos
jurídicos, sociales, culturales e institucionales en forma previa y
consensuada.
Por ello, por las
comunidades Mbyá que habitan en el Lote 8, este avance fue considerado “como
una falta a las tradiciones y costumbres de la cultura Mbyá Guaraní como
también a la Alianza Multicultural Público-Privada que por convenio está
vigente y fue sellada para el polémico debate de un camino de acceso por dentro
del Parque Provincial Moconá para las tierras guaraníes”, explicó Ramirez.
“A veces pueden
haber buenas intenciones y puede ser que el hombre blanco desconozca la cultura
guaraní, pero para construir una escuela dentro del territorio de Pueblos
Originarios en el Lote 8 tiene que haber consenso de la asamblea de caciques y
de la Alianza Multicultural vigente. Las tres comunidades del Lote 8 como el
Cacique de la Comunidad Pindó Poty no quieren una escuela bajo el sistema de
aprendizaje que proponen, tampoco fueron consultados ni participaron en su
construcción, al punto que hasta rechazan la iniciativa”, explicó en la
entrevista.
“Las comunidades
indígenas que habitan en el área natural no pueden tomar decisiones en forma
unilateral, como tampoco las autoridades municipales ni provinciales, todo debe
ser previamente consultado a las comunidades Mbyá, quienes se reúnen y definen
en forma consensuada en sus propias asambleas lo que consideran es bueno o no
para sus familias en su territorio”, recalcó Ramirez.
“Avanzaron con la
escuela dentro del Lote 8 sin consenso de sus propias comunidades, y hay
caciques que no quieren la escuela en la reserva”, remarcó la representante de
EMIPA.
Las comunidades Mbyá
Guaraní vinculadas a la iniciativa serían Itao Miri, Pindo
Poty, Mandarina, Caramelito, Yaboty, entre otras, están dentro de la
biósfera.
El proyecto de
una escuela
Hay muchas
comunidades Mbyá Guaraní que aún no tienen posesión de sus tierras y las
familias se movilizan de una zona a otra, buscando alimentos y un espacio que
permita mantener sus costumbres, respete su forma de vida y fortalezca su
espiritualidad. “Hace unos dos años, una comunidad se trasladó a la zona de
Yabotí, y se instalan en el monte del Lote 8. Algunos niños de esta comunidad
abandonaron la escuela a la que ya concurrían anteriormente, y seguramente
estando en Yabotí sintieron nuevamente esa necesidad. En algún momento se
cruzaron con un hombre blanco que hacia turismo de aventura por la zona, y con
un docente, quienes después de asistirles con ayuda de donaciones de alimentos,
ropas, medicamentos, los escuchó sobre el planteo de las familias que pidieron
una escuela y los ayudó. Y con buenas intenciones, colaboró para que ellos
puedan avanzar, pero sin tener en cuenta la territorialidad de las comunidades,
desconociendo sus costumbres y sin consultas a los caciques más antiguos del
Lote 8. Hoy la escuela está casi terminada, pero no tuvieron las comunidades
participación, a tal punto que hoy rechazan este proyecto”, precisó Ramírez en
su relato.
En tanto, en las
declaraciones radiales, la funcionaria del Ministerio de Educación expresó que
hay una “organización extraña a la provincia que instala un edificio sin pedir
autorización a nadie. Esto lo hizo una ONG, algo que observamos con
preocupación ya que es una situación que está ocurriendo en varias comunidades
indígenas y no es benigno instalar una biblioteca o escuela y luego pretender
que el Estado se haga cargo de los sueldos”, planteó.
ONG se desvincula
Sin embargo, desde
la ONG Manos Unidas Por Sonrisas, de Buenos Aires, que venían colaborando con
los actores locales y realizando donaciones a unas siete comunidades indígenas
de Yabotí, entre El Soberbio y San Pedro, aclararon públicamente en la página
oficial de la institución, el pasado 26 de noviembre, su decisión de
desvincularse del proyecto de construcción de la escuela en la zona.
“Desde la
organización no gubernamental se colaboró con los actores locales con
donaciones, pero se decidió la desvinculación del proyecto de la construcción
de la escuela en la Reserva Yaboti, a cargo del Sr. Ramón Sequeira, por varias
razones, pero principalmente debido a falta de transparencia e irregularidades
del mismo”, expusieron.
De esta manera,
aclararon que “no existe persona autorizada a realizar trámite alguno en
nuestro nombre. Por ello, informamos que durante el periodo de septiembre a la
fecha (noviembre) la institución colaboro asiduamente con el proyecto, realizando
un viaje desde Buenos Aires a dicha localidad en la cual se trabajó durante una
semana en la reserva conjuntamente con los caciques de las aldeas y el
encargado de la construcción, concurrimos con 15 camionetas 4×4 cargadas de
donaciones, las cuales fueron distribuidas en las aldeas cercanas a la escuela
y parte de dichas donaciones (libros y útiles diversos) quedaron en la escuela
para su inauguración”, detallaron las autoridades de Manos Unidas por Sonrisas.
“El encargado del
proyecto recibió de la ONG la pintura que él mismo solicito para pintar la
escuela, pizarrones y elementos de pintura. También solicito la compra de
materiales para poder terminar con la construcción, a lo cual realizamos una
transferencia bancaria a la ferretería Comercial Moconá, para ser retirados por
él mismo; solicito además combustible para la motosierra que se encuentra en la
escuela, realizamos dos transferencias bancarias a la estación de servicio de
la localidad para ser retirado dicho combustible por él y ( utilizarlo
únicamente como elemento de trabajo para la construcción de la escuela)”,
detallaron respecto de su colaboración brindada para el proyecto escuela.
Finalmente,
remarcaron que “debido a la falta de transparencia e irregularidad detectada
por nosotros, decidimos la desvinculación total al proyecto, y dejamos
constancia de nuestro agradecimiento por la ayuda incondicional recibida para
la entrega de las donaciones de Gendarmería Nacional Argentina, del vice intendente
Ricardo Leiva, de la promotora de salud Raquel Schu, y de Jorge Javier Bondar,
coordinador Técnico de la Reserva de la Biosfera Yaboti”, mencionaron en su
escrito.
Por Patricia
Escobar
Para Misiones On
Line – 18 de Marzo de 2018
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