Eclipse Lunar
En el inicio del
tiempo y del espacio, antes de que se fijaran en el cielo, el Sol y su hermano
menor, la Luna, habitaban la Tierra, viviendo juntos diversas aventuras. Para
los Guaraní, tanto el Sol como la Luna son considerados del sexo masculino. Un
día, encontraron a Charia, un espíritu maléfico, pescando en un río.
Con el objetivo de
importunar a Charia, que no había percibido a los dos hermanos; el Sol
buceó y meneó el anzuelo, imitando un pez grande. Charia estiró el anzuelo
vacío, cayendo para atrás. El Sol repitió su gesto por tres veces y en todas
ellas Charia cayó de cola. "Ahora es mi turno", dijo
la Luna sonriendo. Entonces, ella buceó y fue deslizando en la dirección del
anzuelo. Sin embargo, Charia fue más rápido: pescó la Luna y a mató
con un bastón de madera. Después, la llevó para casa, como si fuera uno
pescado, para comer con su mujer.
Cuando estaban
cocinando a la Luna, el Sol llegó y fue invitado por Charia para
comer el pez. Él agradeció diciendo que aceptaría sólo de algo de caldo de maíz
y pidió que no tiraran los huesos del pez pues le gustaría de llevarlos
consigo. Después, recogiendo los huesos, el Sol los llevó lejos y, utilizando
su propia divinidad, resucito a su hermano.
Así, un eclipse
lunar representa la Luna siendo devorada por Charia, siendo que el color
rojizo es la propia sangre de la Luna que la oculta. La Luna sólo resurge en
toda su plenitud, como Luna Llena, porque su hermano más viejo, el Sol, la
resucita y salva.
Eclipse Solar
Cuando quería comer
un pez, el Sol llevaba su hijo a lavar los pies en el río. De esa manera, los
peces quedaban atolondrados y fáciles de agarrar.
Cierto día, mientras
el Sol y su hijo pescaban, Charia apareció y pidió prestado al niño,
diciendo que él también quería tomar algunos peces. El Sol, sin desconfiar,
prestó a su hijo. Sin embargo, Charia lo llevó para la floresta y le
golpeó el cuerpo, debido a los golpes, Charia mató al hijo del Sol
que quedó furioso, atacando al espíritu maléfico. Los dos hubieron luchado,
derrumbando uno al otro. Cuando Charia pensaba que había vencido la
batalla, el Sol se levantó nuevamente.
Las consecuencias de
esa lucha son, hasta hoy, los eclipses solares, donde Charia es
representado, en general, intentando devorar al Sol.
Fuente:
http://fisica.ufpr.br/tupi/arqueo/intro.html
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