Desde
hace unos días el lof (comunidad) Campo Maripe se asentó en el centro de su
territorio para impedir que la petrolera Chevron-YPF instale nuevas locaciones
en sus campos comunitarios, ubicados sobre el gigantesco yacimiento de Vaca
Muerta, en la provincia de Neuquén. En un comunicado, la Confederación Mapuche
denunció que “a pesar que desde comienzo del año pasado la comunidad ha
insistido en encontrar una solución a la demanda territorial, el gobierno
provincial solo responde con más concesiones en las tierras comunitarias. YPF
sigue apelando a la fuerza para ingresar sin siquiera informar a la comunidad,
mientras la justicia abre nuevas causas que en la última etapa incluyó embargos
contra las autoridades comunitarias.
Cuando
la comunidad espera tener seguridad territorial a través del resultado del
Relevamiento Territorial, la justicia dicta un embargo económico que descarga
sobre el Logko (cacique) Albino Campo Maripe y su Inan Logko (segundo cacique)
Mabel Campo Maripe”, autoridades de la comunidad.
Desde
el lof Campo Maripe denunciaron que la petrolera Chevron/YPF intentó instalar
nuevas locaciones de fracking en tierras delimitadas como de la comunidad por
el Relevamiento Territorial realizado durante el año 2014, que el gobierno de
la provincia de Neuquén se niega a reconocer, a pesar de haber sido parte del
mismo. Frente a este nuevo atropello a sus derechos decidieron llevar adelante
esta acción exigiendo el reconocimiento territorial de la comunidad según los
resultados de aquel Relevamiento.
La
propia Iglesia de Neuquén y la Asamblea de Derechos Humanos que han oficiado de
veedores en la discusión sobre el Relevamiento Territorial, han sido desoídos
por el gobernador Gutiérrez que no responde al llamado de buscar soluciones a
través del diálogo y de una solución justa en la demanda de tierras.
Por
esa razón la comunidad mapuche expresa: "Reconocimiento territorial a
Campo Maripe según los resultados del Relevamiento Territorial. Sin aplicación
de la Consulta, Chevron no pasa. Marici Weu! ( Diez Veces en Defensa del Agua y
la Vida)"
Antecedentes
de la disputa
Según
el Observatorio Petrolero Sur, la zona en conflicto son unas 10 mil hectáreas.
Campo Maripe es reconocida como comunidad desde 2014 pero sus reclamos por más
tierras permanecen ya que el gobierno sólo acepta como suyas unas 900 hectáreas
en las que, por otro lado, es imposible realizar las tareas de pastoreo
extendido y agricultura, las dos actividades de las que viven las 120 personas
que forman parte de ella.
Una
de las responsables del informe que demuestran los derechos territoriales del
lof es la antropóloga Jorgelina Villarreal, que reconstruyó más de 100 años de
avances y retrocesos territoriales y simbólicos : “La comunidad es preexistente
al Estado neuquino, su primer asentamiento se produce hacia 1927 como parte de
las migraciones de los mapuche que llegaban cruzando la Cordillera. Los abuelos
del actual cacique, el Lonco Albino Campo Maripe, llegan a esta zona y
desarrollan su vida comunitaria. Aunque en el año 1964 el por entonces
gobernador Sapag firmó el Decreto N° 0.737 que abre un registro de comunidades,
ellos efectúan los trámites de reconocimiento en 2010 porque lo cierto es que
nunca tuvieron necesidad de hacerlo: es raro pedir reconocimiento por ser,
sencillamente, lo que uno es”. La comunidad tuvo, desde sus orígenes,
conflictos sucesivos por estas tierras, algunas privadas pero en su mayoría
fiscales y concesionadas en gran porcentaje a empresas extractivas como YPF.
¨Toda
comunidad originaria tiene derecho al consentimiento libre previo informado, es
decir, las empresas o el Estado deben informar las actividades que realizarán
en la zona y en que plazo. Asi, en el Parque Lanín, existe un co-manejo y se
toman decisiones compartidas entre las partes. El reconocimiento tardío de esta
comunidad le generó muchos inconvenientes y ante el avance de las exploraciones
petroleras sus miembros empezaron a tomar distintas medidas para detenerlas.
En el 2014 las hermanas del lonko Albino se ataron a unas torres de exploración y, por esta acción radical, se los reconoció finalmente como comunidad, concediendoles 54 hectáreas con la firma de un acta de acuerdo de paz social que estableció la realización de un relevamiento y la creación de una zona intangible, un límite al avance de YPF para que no se toque el territorio en disputa. Aunque parezca una redundancia, vale decir que 54 hectáreas es un número ìnfimo para cualquier actividad seria de agricultura o ganadería y que esto puso en peligro la supervivencia misma de la comunidad.
Durante
el 2015 se realizó el Relevamiento pero el gobierno neuquino, luego de
desconocer sus resultados, respondió que sólo tiene pruebas para dar 900
hectáreas que, en realidad, la comunidad ya está usando.”El Estado dijo que el
informe era antropológico basado no en cuestiones técnicas y legales sino en
cuestiones más bien culturales. Hicimos un trabajo muy exhaustivo, encontramos
transacciones comerciales entre miembros de la comunidad y el Estado, el pago
de impuestos por el uso de la tierra para pastoreo ya desde 1927. Hay numerosas
evidencias que prueban que ellos habitan esa zona hace muchos años”. La parte
legal, por otro lado, está enmarcada en la ley Nacional 26.160 de Emergencia
Territorial, que establece en su artículo cuarto que existe derecho sobre “las
tierras que en forma tradicional, actual y pública ocupan las comunidades
indígenas”. Jorgelina dice que “el gobierno neuquino efectuó un informe que
está lleno de mentiras. Se fijaron en Google Maps y dijeron que las casas son
nuevas, que en 2006 no existían, y que no se podía determinar su origen”.
Jorgelina
también narra que “el año pasado, luego de que se incumpliera con el
relevamiento, la comunidad toma las oficinas de YPF y se establece una Mesa de
Diálogo con gente del gobierno y técnicos de YPF que finalmente nunca
asistieron. Me convocan de nuevo, en modalidad de careo con los técnicos de la
otra parte, y como nosotros llevamos pruebas y argumentaciones no nos pudieron
objetar. Al final concluyeron que el relevamiento era conflictivo, dejando todo
en suspenso”.
La
exploración petrolera en la zona se realiza vía fracking y la comunidad
denuncia derrames y explosiones que generan zozobra y preocupación. El bloqueo
de la comunidad al avance de YPF-Chevron es una escena que lleva casi 100 años.
Excede el titular de un diario y la especulación predecible de aquel que
imagina a caciques ambiciosos que pretenden ser socios en las regalías del
petróleo. Villarreal dice que “la comunidad quiere seguir con sus actividades
de pastoreo, están en defensa de la naturaleza y de un ecosistema que sienten
como propio. Muchos de sus animales se mueren por la cuestión del fracking.
Todo esto tiene que ver también con su cosmovisión: es la función de los
mapuche cuidar el ecosistema”.
Por:
El Orejiverde
Fecha:
24 de Julio de 2.016
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