1. Enseñar exige saber escuchar.
2. Todos nosotros sabemos algo. Todos nosotros
ignoramos algo. Por eso, aprendemos siempre.
3. Nadie educa a nadie —nadie se educa a sí mismo—, los
hombres se educan entre sí con la mediación del mundo.
4. Enseñar no es transferir conocimiento, sino crear las
posibilidades para su propia producción o construcción.
5. No hay enseñanza sin investigación ni investigación
sin enseñanza.
6. Enseñar exige respeto a la autonomía del ser del
educando.
7. No hay palabra verdadera que no sea unión inquebrantable
entre acción y reflexión.
8. Aceptar y respetar la diferencia es una de esas
virtudes sin las cuales la escucha no se puede dar.
9. No hay enseñanza sin investigación ni investigación
sin enseñanza.
10. Es necesario desarrollar una pedagogía de la pregunta. Siempre
estamos escuchando una pedagogía de la respuesta. Los profesores contestan a
preguntas que los alumnos no han hecho.
11. Mi visión de la alfabetización va más allá del ba, be, bi,
bo, bu. Porque implica una comprensión crítica de la realidad social,
política y económica en la que está el alfabetizado.
12. El estudio no se mide por el número de páginas leídas en
una noche, ni por la cantidad de libros leídos en un semestre. Estudiar no es
un acto de consumir ideas, sino de crearlas y recrearlas.
13. Solo educadores autoritarios niegan la solidaridad entre
el acto de educar y el acto de ser educados por los educandos.
14. Alfabetizarse no es aprender a repetir palabras, sino a
decir su palabra.
15. El educador democrático no puede negarse el deber
de reforzar, en su práctica docente, la capacidad crítica del educando, su
curiosidad, su insumisión.
16. Cuanto más pienso en la práctica educativa y
reconozco la responsabilidad que ella nos exige, más me convenzo de nuestro
deber de luchar para que ella sea realmente respetada. Si no somos tratados con
dignidad y decencia por la administración privada o pública de la educación, es
difícil que se concrete el respeto que como maestros debemos a los educandos.
17. El gesto del profesor valió más que la propia nota
de diez que le dio a mi redacción. El gesto del profesor me daba una confianza
aún obviamente desconfiada de que era posible trabajar y producir. De que era
posible confiar en mí, pero que sería tan equivocado confiar más allá de los
límites como era en ese momento equivocado no confiar.”
18. En verdad, mi papel como profesor, al enseñar el
contenido a o b, no es solamente esforzarme por describir con máxima claridad
la sustantividad del contenido para que el alumno lo grabe. Mi papel
fundamental, al hablar con claridad sobre el objeto, es incitar al alumno para
que él, con los materiales que ofrezco, produzca la comprensión del objeto en
lugar de recibirla, integralmente, de mí.”
19. Todos nosotros sabemos algo. Todos nosotros
ignoramos algo. Por eso, aprendemos siempre.
20. La educación no cambia al mundo: cambia a las
personas que van a cambiar el mundo.
21. Lucho por una educación que nos enseñe a pensar y
no por una educación que nos enseñe a obedecer.
22. Mientras enseño continúo buscan, indagando. Enseño
porque busco, porque indagué, porque indago y me indagó. Investigo para
comprobar, comprobando intervengo, interviniendo educo y me educo. Investigo
para conocer lo que aún no conozco y comunicar o anunciar la novedad.
Fuente>Elige Educar
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