Los huesos de un
cacique fueron saqueados hace 120 años y depositados en el Museo del Hombre de
París. Ahora, una comunidad originaria pide por su restitución.
Los descendientes de Liempichún
Sakamata quieren que el cacique pueda descansar en paz en su tierra. La
comunidad mapuche-tehuelche de Chubut hizo un nuevo reclamo al Museo del Hombre
de París para repatriar los restos de su ancestro, que estuvieron exhibidos en
el lugar después de que un viajero francés profanara su tumba hace 120 años, en
1896.
Todo comenzó cuando
el conde Henry de La Vaulx, un aventurero de 27 años, emprendió un viaje
por la Patagonia argentina. Le impresionó la gran contextura física de los
mapuches y averiguó dónde estaban los cementerios. Cuando tuvo la oportunidad,
desenterró furtivamente los cadáveres de varios de ellos, los hirvió en un
caldero (esto lo relató con lujo de detalles en un capítulo titulado “Cocina
macabra” de su libro Viaje por la Patagonia), y los trasladó a Francia en
treinta cajas, junto con su ajuar funerario, varios cráneos, joyas y alfarería
que pasaron a engrosar las colecciones del Museo del Hombre de París.
En 2009, el
historiador argentino Julio Vezub estaba haciendo una investigación
en el Museo y descubrió el cráneo del cacique nativo. Lo hizo trascender y lo
informó a las comunidades mapuches del sur. En junio de 2015, la comunidad
originaria pidió formalmente a la institución francesa la devolución de los
huesos saqueados a fines del siglo XIX.
“El día en que
recibamos oficialmente la solicitud, se responderá favorablemente”, garantizó Michel
Guiraud, el jefe de Colecciones del museo parisino, en declaraciones a una
agencia de noticias francesa. Nunca pasó.
Ahora, volvieron a
pedir por “todos los medios a vuestro alcance para lograr la repatriación de
los restos óseos humanos de uno de mis ancestros que se encuentra actualmente
en custodia en vuestra prestigiosa institución”, pidió Antonio Liempichún,
el lonko (cacique) de la comunidad mapuche.
En la solicitud, la
comunidad se apoya en resoluciones de las Naciones Unidas que establecen que
“los Estados proporcionarán reparación por medio de mecanismos eficaces que
podrán incluir restitución, establecidos conjuntamente, con los pueblos
indígenas, respecto de los bienes culturales, intelectuales, religiosos y
espirituales de que hayan sido privados sin su consentimiento libre, previo e
informado o en violación de sus leyes, tradiciones y costumbres”.
El caso inverso, en
la Argentina
El Museo de Ciencias
Naturales de La Plata viene llevando adelante una política inversa, y lleva
cinco restituciones de esqueletos aborígenes a sus comunidades en lo que va del
año. Hace una semana, anunció la restitución de los restos de cuatro caciques
mapuches, que serán inhumados con sus antepasados el 11 de octubre próximo.
Fuente: Diario Hoy
en la Noticia – La Plata, Martes 20 de Septiembre de 2.016
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