El mbyá saluda al
Creador cada mañana con la siguiente oración, en la que reconoce que los
hombres – "aquellos a los que la divinidad proveyó de arcos" –
permanecen sobre la tierra en virtud de la voluntad de Ñamandu Ru Ete.
Ko'ẽ / Amanecer . Foto: Vhera Poty |
¡Oh, verdadero Padre Ñamandu,
el Primero!
En tu tierra el Ñamandu de corazón grande
se yergue simultáneamente con el reflejo de su divina sabiduría [se refiere al Sol, que está saliendo].
En virtud de haber tú dispuesto
que aquellos a quienes tú proveíste de arcos nos irguiésemos,
es que nosotros volvemos a erguirnos.
En virtud de ello, palabras indestructibles
que en ningún tiempo, sin excepción, se debilitarán,
nosotros, unos pocos huérfanos del paraíso,
volvemos a pronunciarlas al levantarnos.
En virtud de ellas, séanos permitido
levantarnos repetidas veces,
¡oh! verdadero Padre Ñamandu, el Primero.
se yergue simultáneamente con el reflejo de su divina sabiduría [se refiere al Sol, que está saliendo].
En virtud de haber tú dispuesto
que aquellos a quienes tú proveíste de arcos nos irguiésemos,
es que nosotros volvemos a erguirnos.
En virtud de ello, palabras indestructibles
que en ningún tiempo, sin excepción, se debilitarán,
nosotros, unos pocos huérfanos del paraíso,
volvemos a pronunciarlas al levantarnos.
En virtud de ellas, séanos permitido
levantarnos repetidas veces,
¡oh! verdadero Padre Ñamandu, el Primero.
Fuente: León Cádogan “Literatura Mbya”
A través de Rogelio Cádogan –
Fundación León Cádogan
Dar las gracias a Cronicas de la tierra sin mal, y lean todo lo que ellos sugieren, gracias
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