La comunidad mbya de Puerto Iguazú despide a su opygua.
Tenía 85 años y partió hacia la Tierra sin Mal la mañana del viernes, el sabio fue recordado por los suyos como un protector de la selva y la cultura mbya guaraní.
El pueblo mbya guaraní despide con dolor al sabio Adriano Benítez, líder espiritual de la comunidad Fortín Mbororé de Puerto Iguazú y referente incansable de la lucha por la tierra y la preservación de la selva misionera.
Adriano emprendió su camino hacia la Tierra sin Mal el pasado viernes 11 de febrero a primera hora de la mañana, estaba en su casa de la aldea Tekoa Mbororé donde residía hace 30 años.
El abuelo Adriano, buen conversador en tono pausado y bajito y siempre acompañado de tereré de yuyo, era un hombre paciente y de gran generosidad y sabiduría lo describen los suyos.
En su rol de opygua dio el nombre espiritual a los niños en los bautismos y se dedicó a curar el alma y el cuerpo de quienes acudían -de cerca y desde muy lejos- a su ayuda buscando consejo y sanación. Tenía los conocimientos y una memoria prodigiosa para reconocer las hierbas medicinales y sus propiedades.
Luis Chamorro, uno de sus nietos e integrante de la banda de hip hop Ha’é Kuera Ñandé Kuera, en diálogo con El Territorio, lo recordó cariñosamente y resaltó el legado de Adriano para el cuidado del territorio y la transmisión y preservación de la cultural ancestral guaraní.
“El abuelo es de San Pablo, Brasil, después vino más cerca de la frontera con Argentina, vivió también en el Paraguay, cuando llegó a Misiones estuvo en Andresito y después vino a Mbororé cuando eran pocas familias y ahí con otros ancianos se comenzaron a movilizar por el territorio”, contó.
De joven migraba mucho y en incontables ocasiones viajó a Posadas con sus pares para enterar a las autoridades sobre la realidad y necesidades de su pueblo y, ya en sus últimos años no salía tanto.
“A lo último sólo salía de su casa para vernos jugar al fútbol en la canchita de la aldea, le gustaba mucho el fútbol, también la música que escuchaba en la radio y el tereré, teníamos largas charlas y siempre me estaba enseñando algo”, relató Luis y continuó, “de él aprendí mucho de la medicina tradicional mbya, de la forma de ver la vida y del respeto a la naturaleza, que es lo más importante porque es la base de la vida”.
De las verdades que escuchó de su ancestro confió una trascendental: “Al abuelo le preocupaba mucho lo que estaba pasando con el monte, con el tema del avance sobre la selva, la tala de árboles, que los mbya ya no tenemos cómo pescar, también ya le costaba encontrar algunas plantas medicinales. Nos decía que cuidemos el monte y que luchemos por la naturaleza, porque si se termina el monte se termina la cultura mbya, que en el monte el mbya tiene la vida”.
Reconocimiento
Cuando se conoció la noticia del fallecimiento del líder espiritual desde distintos puntos de la provincia hicieron llegar las condolencias y afecto a la familia y la comunidad.
El docente Javier Rodas, investigador de la cultura guaraní y coautor del ‘Primer Diccionario Mbya-Español’ con Carlos Benítez, escribió en su página Crónicas de la Tierra sin Mal: “Ya estás en el ‘Yvy Marae’ querido abuelo Adriano Benítez, opygua (líder espiritual/chamán) de Tekoa Mbororé. Muchos años de compartir tus enseñanzas desde la ancestral y milenaria Nación Mbya Guaraní. Gracias por tu generosidad de siempre que traspuso los límites aldeanos llevando sanación corporal y espiritual a las personas”.
En comunicación con este medio Rodas refirió, “era opygua sanador de la gente, y no sólo lo buscaban personas de la aldea, sino de la sociedad envolvente de la ciudad y de Paraguay y Brasil”. Y resaltó que en la cultura guaraní los ancianos son venerados y su voz muy respetada; “la palabra de los ancianos es escuchada en las asambleas y es tenida en cuenta en la toma de decisiones para la vida en comunidad”.
Escrito por Silvia Godoy - Diario El Territorio (Posadas) - Domingo 13 de Febrero de 2022.
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