“Nosotros actuamos con el corazón, pero también empleamos la cabeza, y cuando combinamos las dos cosas así, somos sentipensantes“.
Le dijo un pescador de San Benito Abab (Departamento de Sucre) al sociólogo Orlando Fals Borda.
En la lengua y cultura maya tseltal, "yo’taninel snopel", significa corazonar su pensada o pensarlo desde el corazón.
En la lengua nahuat, lengua materna del pueblo Pipil de Kushkatan (El Salvador), dicen Yultaketza: Pensar, meditar, reflexionar... De Yulu (Corazón) y Taketza (Hablar). Hablar con el Corazón, escuchar lo que dice el Sentir, el Pensar. Yultaketzalis significa "lengua materna".
Entre los candoshi de la Alta Amazonía, en los límites septentrionales de la selva peruana, Magish tachitkich: “corazón que sigue” o “seguir con el corazón”, dicen para expresar la determinación de asumir una responsabilidad, incluso en contra de la opinión negativa de algunos.
Los guaranís, o los avá (“hombre” en lengua guaraní), se consideran ñe’êngatu (ñe’ê = palabra + ngatu = perfecta); es decir, emiten palabras perfectas; y por consiguiente, dicen solamente lo que deben decir y hablan solamente cuando tienen algo que merezca la pena decir. Ñe'ê significa palabra, y ñe'ã corazón, entrañas, alma.
“Este es el tiempo del Corazonar, de un ratito dejar descansar, hacerle descuidar un poco la cabeza para sentir lo que acá esta latiendo" explica Manuel Gómez, Presidente del Consejo de Gobierno del Pueblo Kitu Kara, en Ecuador.
Fuente: Una Antropóloga en la Luna
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