Un espacio destinado a fomentar la investigación, la valoración, el conocimiento y la difusión de la cultura e historia de la milenaria Nación Guaraní y de los Pueblos Originarios.

Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.

viernes, 15 de junio de 2012

Inti Raymi. Fiesta del Sol Inca.

En lengua quechua, la palabra INTI significa Sol y RAYMI, fiesta o ceremonia. 
Celebrada por el pueblo andino constructor de Machu Picchu en el solsticio invernal del 24 de junio. Inti y su fervor solar aseguraban la continuidad y renovación de la vida; sus benéficos rayos propiciaban las buenas cosechas y la salud, por tanto, de hombres y animales. Festividad como comunicación entre lo humano y la divinidad bienhechora. Fiesta en las alturas montañosas de los Andes donde lo profano y lo sagrado se unen.

   
Los dos festivales primordiales del mundo incaico dentro de su calendario sacerdotal era el Capac-Raymi (o Año Nuevo), que tenía lugar en diciembre, y el Inti Raymi. En la primera fecha se llevaban a cabo ritos directamente vinculados a las iniciaciones de la pubertad de los muchachos de noble linaje. Entre (ingestiones) de chicha, se realizaban competiciones, danzas y hasta una batalla simulada. Se ejecutaba una carrera ritual donde los atletas corrían en dirección al monte sagrado de Huanacauri.
  
El otro extremo solsticial se celebraba cada 24 de junio el Inti Raymi (o la Fiesta del Sol) en la impresionante explanada de Sacsahuamán, muy cerca de Cuzco. La ceremonias se dedicaba a la adoración del Sol porque era él quien hacía que los campos fuesen fértiles. Era una fiesta dedicada a la creación del fuego nuevo, con sacrificios de animales incluidos (en concreto, llamas). La efigie de Inti, la deidad solar principal de los incas bajo la forma de un disco de oro con rasgos humanos, era colocada en los templos frente a una puerta que se orientaba hacia el Levante para que reflejase los albores del amanecer. Justo en el momento de la salida del astro rey, el Inca elevaba los brazos al sol y exclamaba. !Oh, mi sol! !Oh, mi sol! Envíanos tu calor, que el frío desaparezca. !Oh, mi sol! En  medio de la expectación general, mientras el sol iluminaba las cimas de las montañas, la multitud entonaba a coro sus cantos de alabanza. De rodillas, con los brazos en alto, miles de voces se fundían en un excelso cántico acompañado con los acordes de cientos de instrumentos musicales.
  

(*) Fuente: Jesús Callejo, Fiestas sagradas. Sus orígenes, ritos y significado que perviven en la tradición de los pueblos, Ed. Edaf., pp.50-51. 

1 comentario:

  1. INCREIBLE. CULTURA. IMPRECIONANTE SUS ALABANZAS DE GRATITUD. QUE RESPETO POR LA CREACION , QUE GRATIUD. GRATIUD A LA MADRE TIERRA. UNA REFLEXION PARA LOS QUE NOS CREEMOS CRISTIANOS: ALABEMOS A NUESTRO CREADOR Y AL NACIMIENTO DE CRISTO. AMEN.

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